Ramón está al borde de su peor campaña en el Millo y no se salva de las críticas. Su continuidad en el banco está en peligro.
Había una vez un hombre que era puro festejo y fútbol champagne. Eso le explica el tío a su sobrino más chico, que lo único que conoce es un DT malhumorado y un equipo sin magia. La categoría de dios se puede perder en una generación. Al cabo, un puñado de partidos sin ganar es la vara para los entrenadores del fútbol argentino.
Ramón Díaz se retiró sin hablar tras caer con Racing. Ante su silencio, el rumor crece en los pasillos: si pierde frente a Argentinos, el riojano podría pegar el portazo. Hace menos de 12 meses, en su segunda vuelta al club, nadie esperaba este año. Para el DT, partícipe en siete títulos de River, la derrota es moneda corriente. La Banda apenas ganó cuatro partidos en el Inicial y no conoce el triunfo desde el 30 de septiembre, cuando venció 1-0 a Lanús con gol de Mercado. Si no suma los seis puntos que le quedan, será su peor campaña al frente del Millo. Este panorama y las elecciones del 15D ponen en jaque su continuidad. Además, la jugosa renovación del contrato hasta 2015 despertó las críticas de todos los candidatos. “Lo respeto a Ramón. Quiero que pasen estos dos partidos para hablar de continuidad”, anunció Antonio Caselli, uno de los aspirantes al sillón.
El tiempo también pasa. Los preadolescentes sólo conocen de oído la época dorada del River del riojano. A más de 11 años de su último título (Clausura 2002), Ramón ya no es intocable en el Millonario.
Fuente: La Razón