A esta altura de las circunstancias ni la manipulación de las estadísticas le alcanza al gobierno para ocultar el estancamiento económico que empieza a sentirse en el país. De hecho, la producción industrial cayó 1,1 por ciento en octubre con relación al mismo período del año pasado, arrastrada por una contracción en el sector automotor, según informó ayer el polémico Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El resultado de octubre se explica por una caída de 3 por ciento en la fabricación de automóviles, el segmento de mayor influencia en el índice industrial. Asimismo, la industria metalmecánica, excluida el sector de autopartes, bajó 2,6 por ciento, así como la producción de petróleo disminuyó 3,7 por ciento y desde enero se redujo 1,8 por ciento.
El estancamiento del sector automotriz puede volverse una hipoteca a futuro, ya que podría terminar por desplomar la balanza comercial en detrimento de las exportaciones argentinas lo que acentuaría aún más la crisis cambiaria, ya que ingresarían menos dólares al país. Dicho sector se ha vuelto una paradoja para la economía nacional debido a que por un lado permite acceder a fuentes de divisas, pero por el otro lado su retraso en la competencia con otros capitales genera una gran dependencia de insumos que no se producen en el país y que mayoritariamente se le compran a Brasil.
Por otra parte, en su informe el organismo estadístico estimó que «el indicador de tendencia-ciclo observó en octubre una disminución del 0,2% con respecto a septiembre pasado», fenómeno que indica que el receso persistiría en el resto del trimestre.
Los retrocesos se registraron en varios rubros
Más allá del sector automotriz, hubo otros sectores importantes de la economía nacional que mostraron una retracción importante. Por ejemplo, la fabricación de químicos bajó 1,8 por ciento en octubre en la medición interanual.
Por otra parte, la elaboración de alimentos cayó 0,4 por ciento, como consecuencia de una contracción de 18,3 por ciento en la molienda de cereales, de 12,8 por ciento en yerba maté y te, y de 4,5 por ciento en carnes blancas.
Fuente: Diario Hoy