Economistas creen que el nuevo gabinete evitará el «“incendio de Roma»

economistasCreen que la salida de Moreno, a la que calificaron como un hecho político central, y la apuesta del Gobierno por una gestión que garantice continuidad, alejan un posible caos

No son tiempos fáciles para anticipar el futuro económico de la Argentina. Los recientes cambios en el Gobierno, con la llegada de Jorge Capitanich a la jefatura de Gabinete; y de Axel Kicillof al Ministerio de Economía, generan dosis iguales de incertidumbre y optimismo. Pero ayer, durante el 6º Encuentro de los Líderes, organizado por El Cronista, Apertura e IT, Ricardo Delgado y Miguel Ángel Broda coincidieron, con mayor o menor entusiasmo, en que no debe esperarse una gran crisis para 2014.

“»La Presidenta cree que alguien ’del palo’ puede ser presidente en 2016; que con un tercio de los votos y con la oposición dividida puede haber continuidad. Entonces, Capitanich y Kicillof, alumnos destacados de la obediencia política, van a tratar de lograr ese objetivo»”, arrancó Broda, director ejecutivo de Broda y Asociados. El economista descartó cambios en la «“macro estructural de largo plazo»” porque consideró que con el aislamiento actual no se podrán atraer inversiones y no se realizarán modificaciones a la política clientelista, ya que el Gobierno necesita mantener a su «“núcleo duro»”, como La Cámpora.

«“No veo a la Argentina saliendo de esta tercera etapa del modelo populista, de bajísimo crecimiento y alta inflación. Al no poder hacer un programa integral, habrá un conjunto de medidas que pueden ser orgánicamente más estables de lo que fueron por las divergencias internas que hubo en el equipo económico. Hoy, el poder está centrado en los hombres de Kicillof»”, continuó el economista. Broda alertó sobre la excesiva preocupación por la pérdida de reservas y la baja preocupación por la forma de hacer frente a la necesidad de financiamiento del Estado. “»Veo, en el mejor de los casos, el mismo escenario de los últimos dos años. En 2014 el escenario base es sin crisis macro, pero no me animo a decir eso de 2015. Dependemos de la idea de Néstor Kirchner de que la crisis macro se evapora en el poder político»”, opinó.

Por su parte, Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica, mostró una visión más optimista sobre los últimos movimientos en el Gabinete, que atribuyó a la derrota del Gobierno en las PASO y en las elecciones de octubre. «“La salida de Guillermo Moreno es un hecho político y económico central y definitivo. La economía y el Gobierno alejan la posibilidad de un escenario de crisis, en el sentido clásico del término. El incendio de Roma que algunos colegas veían, tiene muy baja probabilidad”», argumentó.

Un probable balotaje en 2015, según Delgado, hace que un «“incendio”» sea el peor de los escenarios posibles para el Gobierno. «“Creo que la economía no va a recuperar tasas de velocidad y de crecimiento como las que tuvo en los momentos más interesantes de la primera mitad de los 2000. Pero me parece que el Gobierno va a ir a un escenario de correcciones vinculado con la clásica consistencia fiscal y monetaria. Clásico pero con K. El Gobierno cuando se acercó al abismo, reculó”», recordó. De acuerdo a su visión, 2014 será un año de crecimiento muy bajo, alrededor del 1,5%, y una inflación del 25%, mientras que el Gobierno entrará en una lógica de corrección de precios relativos y un esquema de desmantelamiento de los subsidios, en particular de los energéticos. «“La devaluación real llegó para quedarse»”, afirmó. También pronosticó un mix con más financiamiento externo para infraestructura, más precio para los gastos con tarjetas en el exterior y un estímulo vía devaluación real a los sectores productivos.

Con respecto a la inflación, Broda señaló que la única manera de controlarla es cortar la necesidad creciente de financiamiento que tiene el Gobierno. «“La dinámica fiscal lleva a tasas de inflación mayor”», subrayó. El economista se definió como “»muy optimista”» sólo en el largo plazo por varias razones: las distorsiones provocadas por la gestión kirchnerista se pueden reducir con un Gobierno de apenas 5 puntos, no de 10. Y por las reservas de Vaca Muerta.

Delgado, en cambio, tuvo una visión más positiva también para el corto plazo con una perspectiva de dos años «“razonablemente ordenados”».

Fuente: El Cronista