La activista brasileña Ana Paula Maciel fue puesta en libertad ayer en San Petersburgo y se convirtió de esa manera en la primera de los 30 detenidos de Greenpeace en dejar la prisión, luego de que el tribunal de esa ciudad le concediera la excarcelación bajo fianza. La noticia resultó una sorpresa para las autoridades de la organización, que esperaban que los tiempos se demoraran unos días más por cuestiones administrativas. Con esto, se aceleraron los tiempos de la historia y anoche se leía como un hecho inminente la liberación de los activistas argentinos, Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi.
Todo se precipitó a tal punto que los familiares de los chicos y un grupo de empleados de la organización adelantaron su vuelo. Hoy mismo estarán saliendo hacia Rusia la mamá de Camila y la esposa y la hija de Hernán, acompañadas por Martín Prieto, el director de la oficina de Buenos Aires.
Mientras tanto, ayer, en la cara de la brasileña Maciel se dibujó una sonrisa de bienestar, alivio, emociones mezcladas. La ecología salió de prisión con un cartel escrito a mano que decía: “Save the Artic”.
“Como madre mi corazón siempre me dijo que conserve la esperanza –expresó desde Brasil Rosangela Maciel, madre de Ana Paula– No puedo esperar a abrazar a mi amada hija y llevarla a casa a salvo. Sabemos que el proceso aún no finalizó, pero Ana Paula es una guerrera y se sobrepondrá”.
Maciel no hizo declaraciones y partió directo hasta el domicilio porque todavía no trascendieron las condiciones de la excarcelación. La historia continúa hoy.
Fuente: Clarín