Cada vez más personas eligen comprar en sitios internacionales a través de la Web. Es mucho más económico, aun con el 20% extra de la AFIP. En el Correo Argentino, hay largas colas para retirar los envíos.
Una de las maniobras que encontraron los argentinos para contrarrestar la inflación, el cepo cambiario y los rumores de un dólar cada vez más caro fueron las compras por Internet en tiendas internacionales. El fenómeno comenzó hace poco tiempo y ya se convirtió en furor. Prueba de ello son las largas filas que se forman en el Centro Postal Internacional del Correo Argentino, en Retiro, donde se alojan todos los paquetes que provienen de Rusia, China y Estados Unidos.
Sobran los motivos por los que cada vez más gente elige las páginas Aliexpress, Dealextreme, Amazon o eBay para hacer sus compras. La primera razón, y la más tentadora, son los precios bajos. Aun cuando las tarifas que se abonan están en dólares, con el extra del 20 por ciento que cobra la AFIP por tratarse del exterior, los productos llegan a costar hasta cinco veces menos que en la Argentina. Y no tienen costo de envío, pese a las millas que acumulan entre aeropuerto y aeropuerto.
“Compro de todo un poco, porque siempre es un precio más conveniente que el de acá. Lo último que pedí fue una funda para el celular que acá está 180 pesos y que yo la compré a sólo tres dólares”, indica Maxi, de 27 años, que también ha adquirido accesorios para la PlayStation, indumentaria y un reloj.
La modalidad de compra es sencilla. El usuario debe registrarse con sus datos personales, luego elegir el producto y efectuar la compra a través de la tarjeta de crédito. Así, genera un código para hacer un seguimiento a su compra hasta que llega al país.
Según la web de la AFIP, los paquetes con valor declarado menor a 25 dólares están exentos de aranceles. Los que van más allá de ese monto abonan un impuesto del 50% del precio del accesorio, que se suma al recargo del 20%, así como otras tasas aduaneras que pueden duplicar el precio final a pagar. Pero, en rigor, hasta ahora los controles son laxos. Habrá que ver qué ocurre con el nuevo gabinete y las medidas económicas en el corto plazo.
Fuente: La Razón