La hija del clan Souto dice que sus padres son los asesinos de Matías Berardi

Richard Souto y AnaJennifer Souto fue condenada a 17 años de prisión por el secuestro y asesinato de Matías Berardi, el joven de 16 años que intentó escapar y fue fusilado, en un caso ocurrido en septiembre de 2010. «No hay un día en que no me atormente pensando en que mi mamá y mi papá no me salvaron», dice ella.

Jennifer Souto, la hija del clan familiar que fue condenado por el secuestro y muerte de Matías Berardi, habló por primera vez y acusó directamente a sus padres.

«No hay un día –confía desde un pabellón de la Unidad Penitenciaria 31 de Ezeiza– en que no me atormente pensando en que mi mamá y mi papá no me salvaron, que no dijeron que yo no tenía nada que ver, y que por ellos tenga tantos años de condena encima», dice ella, en una entrevista con el diario Tiempo Argentino.

El 19 de abril pasado Jenny fue condenada a 17 años de prisión por el secuestro y crimen de Matías, ocurrido en septiembre de 2010. Cinco de los once imputados que llegaron a juicio fueron sentenciados a prisión perpetua, entre ellos sus padres.

Jenny cuenta que una vez por semana trata el tema en terapia y que el clonazepam combinado con prometazina le baja la ansiedad, aunque eso no alcanza para tranquilizarla, porque el despecho es muy grande. Habla de un pasado sufrido, con un padre frustrado y golpeador que se desquitaba con ella y sus hermanas, y de una madre sumisa que solo se dedicó a callar.

Dice –jura– que no sabía que Matías estaba cautivo en el taller y que la tarde de la fuga había ido a cuidar a sus hermanitos más chicos. Alega también que no se involucraría en un asunto así teniendo en brazos a su hijo de apenas cinco meses.

−¿Por qué les dijo a los vecinos que Matías era un ladrón?

−La que salió corriendo a la calle fue mi tía y atrás salió mi mamá. Ellas empezaron a gritar que había un «chorro» y yo les creí porque cómo iba a imaginar que en la casa de mis viejos iba a haber un secuestrado. Era una locura.

−¿Toda su familia participaba menos usted?

–A mi papá no le saco ninguna responsabilidad aunque él no fue el que disparó. En una visita que le hice al penal de Marcos Paz le pregunté si él supo siempre lo que estaba pasando y me reconoció que sí. Mi tía cada dos por tres se metía en problemas porque el marido robaba, pero no sabía que era secuestrador. Ella estuvo fugada con él 15 días, así que eso te dice todo. Y mi mamá siempre fue una víctima de mi papá, la tenía debajo del pie y hacía lo que él decía.

Jenny no está con su hijo porque lo dejó al cuidado del padre, priorizando una crianza extramuros. En la cárcel lo único bueno que conoció, dice, es a su nueva pareja.

«Me siento bastante contenida. Ella me da todo lo que no me dio mi familia. Mis padres solo me quitaron un montón de años de vida, y cuando tuvieron la posibilidad de devolvérmelos no lo hicieron, aún sabiendo que soy inocente. Por eso estoy resentida con todo el mundo, pero mucho más con mi mamá y mi papá».

Fuente: Online-911