Embajador de Cuba en la Argentina: “Al capitalismo, el país no va a regresar, pero es hora de sanear el Estado”

Lamadrid Mascaro
El embajador cubano en Buenos Aires, Lamadrid Mascaró, habló con El Cronista sobre las reformas del gobierno de Castro. La unificación de la doble divisa y el futuro del socialismo en la isla.

“Hablaremos de todo, no se preocupe”, arranca el embajador de Cuba en Buenos Aires, Jorge Lamadrid, al recibir a El Cronista en la sede diplomática porteña.

La frase es un buen presagio. En los últimos meses, las noticias que llegan desde el país adoptivo del Che Guevara hablan de cambios, reformas, “apertura”. Y las dudas que surgen son varias. ¿Qué pasa con el rumbo económico en la isla? ¿Se tuerce el camino marcado por el mítico Fidel Castro? Para Lamadrid, la respuesta es simple. “Revolución equivale a cambiar todo lo que deba ser cambiado”, afirma con tono enfático.

En este sentido, se refiere a la última modificación financiera que anunció el gobierno de Raúl Castro como parte de este paquete progresivo de renovaciones para modernizar la economía comunista. Se trata de la unificación monetaria, un reto ineludible para el país.

Tras dos décadas de coexistencia del CUC, equivalente al dólar, y el CUP, la débil moneda cubana, un sistema que generó distorsiones macroeconómicas y desigualdades sociales, el Gobierno quiere que el CUP sea la única moneda de curso legal.

“El sistema de doble divisa fue una desagradable decisión tomada durante ‘el periodo especial’ -la década de los 90- en donde perdimos el 85% de nuestro mercado exterior. Entonces debimos apelar a mecanismos indeseados para concentrar aquellos magros recursos y concentrarlos en sectores estratégicos. La doble moneda es algo que debemos superar y para eso debemos crear condiciones”, dice.

El funcionario admite que el rumbo de la economía en la isla no ha sido el más próspero en los últimos años y que es tiempo de modificar algunas fórmulas: “Somos un país agrícola y en términos de eficiencia de gestión no hemos logrado los resultados esperados. Hay que producir bienes materiales y desarrollar nuestro mercado interno. Son conceptos y variables en esta etapa necesaria, pero desde una perspectiva cubana. En eso estamos enfocados”.

Sobre el cronograma para la puesta en marcha de esta medida, Lamadrid no puede ofrecer datos certeros: “Todavía no hay fecha tentativa en el que esto sucederá”, explica.

Para el embajador, hablar sobre “cambio de rumbo” es inexacto. Sin embargo, una frase resuena fuerte en plena entrevista: “Es tiempo de sanear, disminuir el aparato estatal para hacerlo más eficiente”. Al respecto, Lamadrid explica el nuevo sistema laboral que se implementará en la isla, que consta en reducir el peso del Estado en las finanzas legalizando, entre otras medidas, los trabajos particulares o cuentapropismo. “De la mano de la inversión privada, se reubicará a los trabajadores que ya no son indispensables en las funciones que han desempeñado en el aparato público”.

Entonces ¿hacia dónde va la economía cubana? Ante la duda, el embajador lanza una frase, como un mantra: “Al capitalismo el país no va a regresar. Los medios de producción se mantendrán de forma estatal, pero eso no significa que otros sectores no puedan pasar a manos privadas”. Y agrega: “Jamás privatizaremos el sector minero o energético, que son claves en nuestra economía. Estos sectores se van a preservar con carácter socialista, que es lo que nos preserva de ir por rumbos no aconsejables”.
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