CFK: sugestivo informe médico y reposicionamiento de La Cámpora

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El retorno de la presidente a sus funciones en los próximos días abre no pocos interrogantes. Aunque ningún funcionario lo dijo en forma explícita, distintas usinas oficiales dieron a entender que CFK “todavía no trabajará en plenitud. Debe preservarse del estrés y del esfuerzo físico”.

Y también que “habrá restricción para traslados aéreos por largo tiempo y no encabezará actos públicos ni inauguraciones ni pronunciará discursos, una rutina que retomará sólo en forma gradual”. Esta perspectiva obligaría a que en muchos, por no decir casi todos los actos públicos y los viajes, Cristina deba ser reemplazada por Amado Boudou o por algún otro. Esta situación, proyectada en el tiempo, podría instalar la idea de que ella no está en condiciones de continuar en el ejercicio del cargo hasta diciembre del 2015, una impresión que desaparecería si su recuperación es evidente.

Este medio tomó conocimiento del contenido de un reciente informe del Dr. Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencia de la Fundación Favaloro, cuya influencia en el entorno presidencial es creciente. El trabajo señala que la paciente superó con éxito las consecuencias del hematoma intracraneal sufrido. Pero lo novedoso del informe es que se explaya sobre el cuadro psiquiátrico indicando que, de los estudios realizados en los últimos 30 días, surge que se debe descartar que CFK sufre de la enfermedad de Pick o del síndrome de Moria, como se viene comentando desde tiempo atrás. La primera es una enfermedad neurodegenerativa poco frecuente. Tradicionalmente, el término ha hecho referencia a un conjunto de síndromes clínicos con síntomas atribuibles a una disfunción de los lóbulos cerebrales temporal y frontal, pero actualmente se utiliza para hacer referencia a una patología específica que es solamente una de las posibles causas del síndrome clínico conocido como degeneración lobular frontotemporal. En cuanto al síndrome de Moria, se lo caracteriza como una lesión orgánica cuyas características son: alteraciones de la memoria, disminución de la atención y escasa capacidad de concentración, en el entendimiento de las funciones mentales, afectación de la capacidad de juicio, la inestabilidad afectiva, falta de juicio crítico o previsión, desinhibición, euforia inmotivada, chiste fácil, tendencia a bromear, egocentrismo y tendencia a la satisfacción inmediata de los apetitos, descenso del tacto social, cuentan chistes cuando no toca, hablan cuando no deben, irritabilidad, etc”.

De acuerdo a la opinión de Manes, estos síntomas que se vienen manifestando en la conducta presidencial no se deberían a ninguna de las enfermedades neurodegenerativas mencionadas sino a las consecuencias de un viejo traumatismo, que habría sido detectado en las últimas semanas por el equipo médico que la atiende. En síntesis, un golpe sufrido en la cabeza unos cuantos años atrás y que no habría sido tomado en cuenta anteriormente. Aparentemente, este cuadro podría ser revertido en alguna medida mediante medicación psiquiátrica anticonvulsiva que, según otras fuentes médicas, podría tener efectos secundarios importantes.

El informe de Manes no hace ninguna consideración sobre el tema que hoy más preocupa, la arritmia presidencial, seguramente porque, como neurólogo, prefiere no opinar sobre el trabajo de los cardiólogos.

Los que aprovecharon el reposo

Estos 30 días de semiaislamiento de Cristina habrían facilitado que la influencia de Manes en su entorno haya aumentado notablemente, llegando a opinar incluso en cuestiones no médicas.

Pasando a Máximo Kirchner, mucho se dijo sobre su rol determinante en las últimas semanas, que se explica por haber funcionado como puente entre su madre y los funcionarios de su gobierno. Pero Máximo estaría sumamente influido por dos de sus compañeros de La Cámpora, los diputados nacionales Andrés Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro. Ellos habrían encontrado en el obligado reposo de CFK una oportunidad inmejorable para recuperar el espacio perdido por la Cámpora en los últimos meses, a través de las largas conversaciones mantenidas en las últimas semanas entre Máximo y Cristina. Obviamente Amado Boudou y Florencio Randazzo fueron dos de los blancos de las críticas y ni el mismo Carlos Zannini habría salido indemne de ciertos comentarios. El caso es que Larroque y de Pedro habrían convencido a Máximo de que el presidenciable más conveniente para el 2015 es el gobernador chaqueño Jorge Capitanich, en tanto que Zannini prefería al entrerriano Sergio Urribarri. Por su parte, Cristina habría escuchado los insistentes pedidos de Máximo a favor de Capitanich. Así es que las recientes apariciones públicas del chaqueño en los medios habrían estado avaladas por la cúpula de La Cámpora. Según una fuente del oficialismo, Máximo también habría avanzado sobre los cambios que conviene hacer en el gabinete que, por lo que se sabe, no serían inminentes y esperarían hasta que ella haya recuperado el manejo de los hilos del poder.

Carlos Tórtora/informadorpublico.com