Más de 400 hinchas provocaron destrozos en comercios, patrulleros y agredieron a peatones y periodistas por avenidas de Vicente López. Vinculan el asesinato de su líder Morales López con una interna política.
Unos 400 integrantes de la barra brava de Colegiales rompieron ayer comercios, patrulleros y agredieron a peatones y periodistas durante el cortejo fúnebre de su líder, Fernando “Loco Pocho” Morales López.
Recorrieron las principales avenidas de Vicente López en autos, ciclomotores, tres colectivos y a pie, en busca de venganza del asesinato -el domingo, de seis balazos- del barra. Ya el martes a la noche, en el velorio que se realizó en el propio estadio del club de Munro, hubo claras demostraciones de que algo así podría ocurrir.
Camino al cementerio de Olivos, la descontrolada caravana provocó incidentes en la puerta de la Municipalidad de Vicente López porque los hinchas apuntan contra César Torres, secretario de Gobierno del intendente Jorge Macri.
“Recibí trompadas y patadas. Me rompieron la cámara. Esos muchachos estaban totalmente sacados y descontrolados. No hubo motivo, salvo que estaba filmando. Me refugié en un patrullero. De repente se fueron los policías, asustados, creo, del móvil. Me dejaron solo arriba del auto. Los barras me seguían pegando por la ventanilla. Me tuve que escapar por la otra puerta y salir corriendo”, contó Tomás del Campo, camarógrafo del noticiero del canal Somos Zona Norte.
La muerte de Morales se originó en una pelea entre éste y su por entonces íntimo amigo y lugarteniente, “El Negro” Martín Cabrera. Al parecer, Cabrera, que respondía al dirigente de Colegiales Omar “Turco” Asad -luego echado por la Comisión Directiva- pidió manejar el buffet del club.
El presidente del Tricolor, Rodrigo González, un ultrakirchnerista integrante de La Cámpora que es candidato a concejal en Vicente López, admitió el pedido de “El Negro” e incluso resaltó su amistad con “Pocho”, con un prontuario relacionado con las drogas, robos y aprietes.
Aunque en la Fiscalía aún no relacionan el asesinato con una cuestión política, la muerte de Morales, según cuentan cerca del club, se debe a una disputa territorial entre Pocho, puntero del FpV y el “Negro Martín”, del Frente Renovador.
“No tengo dudas que la Municipalidad (de Vicente López) está detrás del asunto ya que utilizaba a esta gente como fuerza de choque y les pagaba”, acusa el presidente González. En un comunicado, la Municipalidad dice que no tiene “ninguna vinculación”. Y agregaron: “La Justicia no está investigando una disputa política sino una pelea entre facciones internas de la barra”.
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