Se encuentra a metros de la estación Colegiales, bajo las vías del Mitre. Tiene cuatro carriles de circulación y dos cruces peatonales que permiten eliminar el paso a nivel, mejorar la conectividad y agilizar el tránsito.
En nueve meses, la Ciudad dio a luz a un nuevo paso bajo nivel. Se trata del 18° túnel de la gestión, ubicado en la avenida Federico Lacroze y las vías del ferrocarril Mitre, que nació con el fin de eliminar la barrera existente, mejorar la seguridad vial y optimizar la conectividad de Colegiales.
Como el flamante viaducto cuenta con cuatro carriles (dos de cada mano) y una altura de 4,30 metros, también facilitará la movilidad del transporte público, pues los colectivos 42 y 63 usarán el paso bajo nivel en ambos sentidos. El proyecto se completó con pasos peatonales subterráneos, con escaleras y rampas para personas con movilidad reducida, y calles de convivencia que permiten el acceso de los frentistas y comerciantes entre Conesa y Amenábar.
Si bien la idea madre de la obra apunta a agilizar el tránsito, en los últimos días los vecinos intentaron abortar su habilitación por dos motivos: temen un aumento de los hechos de inseguridad y que circular por los pasos peatonales sea un parto dada su cercanía con la estación Colegiales. Por eso, el Gobierno porteño instaló cámaras de seguridad, mejoró la iluminación y construyó dos pasos para peatones, cuando en el resto de los viaductos hay uno sólo.
Cuando las obras se iniciaron en enero, Autopistas Urbanas SA había habilitado un paso a nivel provisorio sobre la calle paralela, Olleros, para mitigar el impacto en la movilidad de los vecinos. Desde hoy, este cruce volverá a estar cerrado. Así, Olleros, entre 3 de Febrero y Amenábar, será mano única hacia Amenábar. Y entre Alvarez Thomas y Conesa, correrá sólo hacia Conesa.
Fuente: C