Trípoli, 10 oct (PL) Varias interrogantes, alentadas por reportes contradictorios, rodean el secuestro y posterior liberación hoy del primer ministro del gobierno de facto libio, Alí Zeidan, mantenido en rehén durante varias horas.
El primer ministro Alí Zeidan ha sido liberado por los antiguos rebeldes que lo secuestraron del hotel donde reside en las primeras horas de hoy, reporta un despacho de la agencia noticiosa oficial del que se desprende que los autores del plagio fueron miembros de una de las tantas milicias que imponen su ley en este país del norte de Africa.
Una de las primeras interrogantes surgió cuando los autores del hecho emitieron un comunicado según el cual Zeidan estaba detenido en el Departamento Criminal por orden del Fiscal General debido a su implicación en el secuestro en territorio libio de Abu Anas al Libi, identificado como uno de los principales jefes de la red Al Qaeda.
Al Libi, cuyo verdadero nombre es Nazih Abdul Hamed Nabih al-RuqaiI, es acusado por Estados Unidos de planear y ordenar los atentados contra sus embajadas en Kenya y Tanzania en 1998, y está siendo interrogado a bordo de un buque norteamericano anclado en el mar Mediterráneo.
Sin embargo, la oficina del acusador público negó que hubiera emitido orden de arresto contra el primer ministro, lo que creó especulaciones sobre quiénes y cómo liberaron al alto funcionario y la identidad de sus secuestradores.
A principios de esta semana Zeidan criticó la captura de al Libi, declaró que debía ser juzgado en territorio libio e instruyó al ministro de Justicia Salah al Marghani para que convocara a la embajadora estadounidense aquí, Debora Jones, y le expresara el desagrado del gobierno libio por la acción.
La hipótesis principal sobre las causas del secuestro de Zeidan se confirmaron tras conocerse la identidad de los raptores, miembros de una de las milicias que sirvieron de sombrilla a la agresión militar de 2010 que derrocó al Gobierno liderado por Muamar Gadafi y que en la actualidad controlan de hecho esta capital y varias ciudades del país.
El pasado martes, militares desarmados tomaron las oficinas del primer ministro y exigieron el pago de sus salarios atrasados, pero el jefe del Gobierno no estaba en el edificio en el momento de la acción.
Tras la noticias del plagio existen dudas sobre la veracidad de la demanda en esa ocasión e interrogantes sobre si habría sido un primer intento de retener al primer ministro Zeidan.