Si las pericias médicas confirman las acusaciones de Vanessa Rial, el detenido Martínez Poch sería imputado por otro delito más. Y no saldría de la cárcel hasta 2063. Cada vez, más complicado
La abogada Vanessa Rial (38)pidió que se investigue si pudo ser contagiada por alguna enfermedad de transmisión sexual. El fiscal ya encomendó distintos estudios específicos. Si las pericias arrojan resultado positivo, se podría sumar otro delito al complejo plexo probatorio que pesa sobre Jorge Cristian Martínez Poch (49) alias “El Conde”.
El acusado permanece en prisión sindicado por haber mantenido cautiva a la abogada Rial en su departamento de 23, 58 y 59, y por haber abusado sexualmente de ella y de sus dos hijas.
Por ese concurso de delitos, tal como anticipó Trama Urbana la pena en expectativa podría ascender a los 50 años de prisión.
Cuando declaró por segunda vez ante el fiscal Marcelo Romero, la abogada Rial aseveró que “El Conde” la drogaba y obligaba a mantener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección.
Ella ya había dicho que temía también un embarazo no deseado. Y hasta dijo que si esa posibilidad se confirmaba, habían “pensado en matarse”.
Con respecto al posible contagio de una enfermedad venérea, fuentes judiciales indicaron ayer que los delitos graves contra la salud establecen una pena de hasta 20 años de prisión. Los máximos de los cargos imputados, según la denominada reforma Blumberg permiten arribar a un máximo de 50 años de prisión.
Finalmente, “El Conde” no será sometido por el momento a los peritajes psicológicos y psiquiátricos por no encontrarse «en condiciones anímicas» de afrontar esos estudios y porque además se había negado a través de un pedido formulado por el defensor oficial Ricardo Fuente.
En su requerimiento, la defensa esgrimió que Martínez Poch no «se encuentra en condiciones anímicas» de afrontar estudios de esa naturaleza ni de responder a preguntas.
Martínez Poch, de 49 años, está acusado de los delitos de «privación ilegal de la libertad doblemente agravada, en concurso real con corrupción de menores agravada, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal calificado», y hasta el momento se ha negado a declarar.
La perversidad del tiro al banco con Vanessa
Ayer, el fiscal Marcelo Romero miraba, en uno de los videos periciales, los impactos de los proyectiles en la pared del departamento y no lo podía creer. Los orificios se correspondían con lo declarado por la abogada Vanessa Rial. Ella detalló que El Conde la obligaba a que agarrara con una mano un CD (disco compacto)y lo mostrara con el brazo en alto. Luego, le apuntaba al aguro central del CD y comenzaba a disparar una y otra vez, mientras gozaba con los gritos de miedo y espacnto de su pareja.
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