La denuncia realizada anteayer por la fundadora del comedor comunitario Los Piletones, Margarita Barrientos, de que el 80 por ciento de las personas que ocupan el parque Indoamericano ya tienen vivienda y que la toma fue alentada por punteros políticos con la promesa de subsidios, trajo represalias: en la mañana de ayer, una de sus hijas fue agredida en la cabeza con un ladrillo, mientras que la familia denunció que fue amenazada para que no hable.
Dentro del comedor comunitario Los Piletones, Beatriz Barrientos, otra hija de Margarita, relató ayer a La Nacion la agresión que sufrió su hermana en horas de la mañana de ayer. «Eran las 7.30. Con mi hermana estábamos barriendo la calle, porque ése es nuestro trabajo. Una mujer la señaló a ella, y le dijo a otra que era la hija de Margarita. Se vinieron y le abrieron la frente con un ladrillo», dijo. La joven debió ser internada en el hospital Piñero.
Isidro Antunez, marido de Margarita, dijo a La Nacion que su esposa sufrió un pico de glucemia como consecuencia de las amenazas que recibió la familia «para que se callara» y por la agresión que recibió su hija. «Hoy por hoy es un momento peligroso. Está todo muy revuelto, y hay gente por acá que no es del barrio. Es terrible lo que está pasando, porque uno lo que menos espera es que suceda una cosa así», dijo.
Antunez insistió en que el barrio está «todo vacío» porque muchos de los vecinos están en la toma del parque Indoamericano. Además, explicó que el comedor no funciona desde el viernes, porque los camiones que traen los alimentos no pueden ingresar en el barrio por la presencia de la Gendarmería en la única entrada viable, y porque días atrás los vehículos fueron cascoteados.
Más temprano, Barrientos había acusado por la agresión a una patota de la delegada vecinal Mónica Ruejas, cercana al senador kirchnerista Daniel Filmus.
Fuente: La Nación