Una investigación descubrió el porqué seguimos comiendo cuando ya estamos satisfechos.
ESTADOS UNIDOS.- Una investigación realiza por la Univesidad de Carolina del Norte, descubrió que un grupo de neuronas es la causante de que nos alimentemos a pesar de no estar hambrientos.
Este análisis, fue realizado en un número de ratones mostraron un ansia irrepetible por la comida, cuando este grupo de neuronas se activaba, como también dejar de alimentarse aunque estén muriéndose de hambre.
Se trata de un circuito que actúa sobre el hipotálamo lateral, la región del cerebro que controla la sensación de hambre, y que proviene de la amígdala, una región del cerebro que controla las reacciones emocionales.
Gracias a una técnica denominda optogenética, los investigadores lograron activar y desactivar a voluntad los circuitos neuronales de los ratones por medio de la luz, además de controlar las ganas de comer de los roedores. Para lograrlo se transfiere al grupo de neuronas que se quiere estudiar el DNA de proteínas del alga sensible a la luz por medio de virus. Cuando se proyecta luz láser sobre el cerebro, sólo se activan las neuronas que expresa la proteína sensible a la luz.
Por medio de este procedimiento, cuando las neuronas del BNST por medio de la luz, observaron que la actividad de las neuronas excitadoras se suprimía, haciendo que los ratones comieran incluso aunque estuvieran hartos. Esta vía inhibitoria -de las neuronas BNST al hipotálamo lateral- obligaba a los previamente bien alimentados ratones a buscar alimentos ricos en calorías, según los investigadores. Sin embargo, al desactivar esta vía se los ratones dejaban de comer aunque estuvieran hambrientos.
Los resultados, señalan los investigadores, ayudan a explicar cómo las alteraciones en esta vía de señalización que va de la amígdala al hipotálamo lateral podrían conducir a conductas desadaptativas en la alimentación. Y aunque se han realizado en roedores, aseguran, pueden conducir a nuevos tratamientos para los trastornos de la alimentación y la obesidad en los seres humanos.
Curiosamente las neuronas del BNST se han relacionado también con trastornos como la ansiedad en humano y roedores, según una reciente revisión publicada en “Neuropsycopharmacology” liderada por Michael Davis, de la Universidad de Emory. Para algunas personas la ansiedad, se manifiesta como un deseo irreprimible de comer, lo que podría explicarse por la conexión de las neuronas del BNST con el centro del hambre situado en el hipotálamo lateral.