Riquelme y Gago se buscaron permanentemente y le dieron fluidez ofensiva al equipo titular, que metió tres goles. Ahora, el domingo…
Sólo pudieron disfrutarlo unos pocos testigos privilegiados. Con la Bombonera como escenario y la ropa de Boca como indumentaria identificatoria, jugó por primera vez en el club la dupla que se dedica a hacer jugar. Román y Fernando. Riquelme y Gago. El 5 y el 10. Los muchachos que sienten y entienden el fútbol de la misma manera, lograron que el jueves no sea un día más…
Respetando uno de los principios periodísticos que exige chequear los hechos con (al menos) tres fuentes, lo evidenciado en el partido de ayer entre los titulares y la Reserva tuvo una única versión: Gago y Riquelme hablan el mismo idioma. Con la posesión inteligente de la pelota como piedra fundamental, de la sociedad entre los dos surgió lo mejor de la tarde. Se miran, se buscan y tocan. Toda la tarde podrían estar pasándose la pelota. Bianchi dispuso que Ledesma sea el volante central del equipo y que Pintita se ubicara la derecha, tal como lo hace en la Selección de Sabella. Riquelme, libre delante de la línea de tres volantes, se volcaba a la banda para juntarse con el jugador con el que compartió el plantel argentino que ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos del 2008. Y, tomando como parámetro el resultado, comenzó a solucionarse uno de los problemas que inquietan a Bianchi: la eficacia ofensiva.
El marcador fue 3 a 2 fue tras 40 minutos de juego, que le sirvieron a los delanteros para llegar con confianza al partido con Quilmes. Gigliotti hizo dos y el Burrito Martínez el restante, alentados constantemente por el entrenador. Y si eso no fue suficiente para el Virrey, en el partido entre suplentes y la Cuarta se anotaron otros dos: fue 2 a 0 con festejos de Nico Blandi (de cabeza) y Leandro Paredes, quien ya entrena con normalidad y espera tener una chance, al menos, en el banco de suplentes.
Hoy Bianchi hará la última prueba, aunque sabe que está cerca del ideal que blanqueó que tiene en la cabeza. Con la única duda en el lateral derecho (ver aparte), la sociedad que puede transformar a Boca en candidato comenzó a sumar rodaje. Así, la ilusión está en marcha.
Fuente: Olé