Es por la definición sobre si la entidad es el “Álter ego” del gobierno argentino.
No tiene efectos sobre reservas.
Thomas Griesa demostró ayer que está dispuesto a mantenerse irreductible contra la Argentina cada vez que tenga la oportunidad. Así lo dejó claro ayer al hacer lugar la posibilidad de eventuales embargos futuros contra las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), pese a que el país ya tiene un fallo a favor resguardando la «inmunidad» de estos activos en la Cámara de Apelaciones de Nueva York. El juez de primera instancia falló ayer a favor de mantener una causa abierta en 2005 por el fondo buitre NML Elliot de Paul Singer, que buscaba que se pudieran embargar las reservas del Central depositadas en los Estados Unidos, al considerar que la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont representa un «álter ego» del Gobierno argentino. Con esto, los fondos del BCRA podrían ser embargados para poder cobrar el reclamo de los u$s 1.330 millones que el fondo y otros acreedores varios le reclaman desde antes de ese año a la Argentina en el caso que debe resolver ahora la Corte Suprema. Como el país ya tuvo un fallo favorable en la Cámara de Apelaciones donde se rechaza cualquier posibilidad de embargar los fondos del Central, la causa abierta en 2008 sólo apunta a resolver si efectivamente el BCRA es o no el «álter ego» del Poder Ejecutivo, una situación abstracta que sólo serviría como aporte a la jurisprudencia norteamericana, pero que no tendrá ningún tipo de efecto real sobre las reservas argentinas. Esto es así porque cualquier decisión de Griesa en contrario, y avalando potenciales embargos, está vedada por un fallo superior de segunda instancia, con lo cual la resolución del capítulo del «álter ego» resultaría una cuestión más académica que ejecutiva.
Sin embargo, Griesa rechazó cerrar la causa, en una audiencia que el magistrado abrió a partir de una presentación del BCRA donde se le pedía esa decisión para terminar con este capítulo. Griesa llamó a los abogados de la entidad argentina y del fondo buitre Elliot para determinar que según su opinión la causa continuará abierta y que, en todo caso, debe ser la Cámara de Apelaciones la que resuelva la cuestión. Con esto, Griesa le deja abierta una alternativa más a la firma de Paul Singer para que continúe batallando judicialmente, en una posición que en la Argentina se la definiría como «embarrar la cancha», según la visión de fuentes oficiales del Gobierno de Cristina de Kirchner.
El país tiene la garantía sobre que las reservas igualmente están protegidas, ya que existe un fallo de julio de 2011, cuando Amado Boudou era ministro de Economía, donde la Cámara de Apelaciones (la misma que el mes pasado falló en contra de la Argentina) dictaminó que el dinero del BCRA depositado en la Reserva Federal está protegido por las leyes de inmunidad monetaria de los Estados Unidos. Antes, en primera instancia, Griesa había fallado en contra, embargando unos u$s 150 millones de la Argentina asegurando que ese dinero era perteneciente al Ejecutivo y, en consecuencia, embargable. La Cámara rechazó ese planteo y en 2011 dictaminó que «más allá de la independencia o no de los bancos centrales, lo que rige es la ley de inmunidad soberana de las reservas internacionales y que todas las reservas internacionales que los bancos centrales tengan depositados en la Fed para realizar la operatoria típica de un banco central son inmunes». En aquel fallo, la Cámara también se refirió a que el BCRA era «más independiente del Gobierno argentino que la Fed lo es de los Estados Unidos y el Banco de Inglaterra del Gobierno británico».
Un dato de ese fallo, hasta hoy el único que resultó positivo para el país en toda la saga judicial contra los fondos buitre, es que fue la única oportunidad hasta ahora en que actuaron como «amicus cureae» del país tanto el Gobierno norteamericano de Barack Obama como la Reserva Federal de Ben Bernanke. Obviamente, ambas intervenciones apuntaron a proteger el negocio de mantener el dinero de las reservas de los bancos centrales del mundo en la Fed, ya que el sostenimiento del fallo de Griesa (en su primera decisión en la que demostró que ya no le tenía ninguna simpatía a la Argentina) hubiera provocado una verdadera estampida de dólares de Estados en desarrollo. La Cámara recordó que el criterio de «inmunidad» para las reservas de los bancos centrales regía en el sistema financiero norteamericano desde 1970.
El fondo buitre Elliot planteó cuestiones similares a ésta ante la Justicia suiza, la belga y la francesa, intentando embargar fondos del BCRA en esos mercados. En todos los casos recibió fallos negativos que cerraron las causas definitivamente. Sólo Griesa decidió ayer mantener el caso abierto, aunque sea por una cuestión abstracta.
Ambito.com