El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha pasado la moción de censura presentada por los partidos de la oposición ante la Cámara de los Diputados, por una diferencia de tan solo tres votos, con 314 en contra y 311 a favor.
La moción de confianza en el Senado la gana Silvio Berlusconi, como estaba previsto. El resultado de la votación ha sido de 162 votos a favor y 135 en contra, con 11 abstenciones. La gran novedad ha sido la abstención de los senadores del grupo Futuro y Libertad (FLI), un gesto de buena voluntad hacia el primer ministro Berlusconi.
Ayer Fini, con una iniciativa que buscaba evitar la ruptura del centro derecha, había presentado una última propuesta que Berlusconi rechazó: “Nosotros nos abstenemos en la cuestión de confianza en el Senado, y Berlusconi dimite antes de la moción de censura en la Cámara de Diputados”. “No acepto imposiciones de Fini”, respondió Berlusconi, declarando incluso a sus más fieles que el presidente de la Cámara le producía “náuseas», un reflejo del durísimo enfrentamiento personal y político que mantienen ambos líderes.
En la Cámara de Diputados era donde estaba en juego el Gobierno Berlusconi. La incertidumbre era máxima, todo dependía, como así ha sido, de un puñado de votos. Al llegar a la Cámara, el primer ministro había manifestado su convencimiento de que ganará la votación: “Pienso tener los números”.
Manifestaciones en el centro de Roma
En coincidencia con esta jornada decisiva para el Gobierno, el centro de Roma está hoy casi paralizado y tomado por las fuerzas del orden, un símbolo de la casi parálisis que atenaza al país, con una clase política centrada durante los últimos cinco meses en el duelo a muerte que enfrenta a Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini.
Por las calles del centro de Roma se manifiestan miles de estudiantes en contra de la reforma universitaria aprobada por el Gobierno. Entre otros colectivos, protestan también trabajadores en paro y los afectados por el terremoto del Aquila.
Fuente: ABC