El periodista fue sometido a una cirugía programada por una hernia inguinal y permanecerá en reposo hasta el viernes pero igual saldrá mañana desde un móvil para la radio.
El periodista Jorge Lanata anoche fue operado de una hernia inguinal. Atento con sus obligaciones, el periodista primero cumplió con el programa Telenoche, donde tiene su espacio todos los lunes, y después se dirigió al centro médico donde le realizaron esta cirugía.
La interevención fue exitosa pero el conductor de «Periodismo para todos» deberá permanecer en reposo al menos hasta el viernes.
Lanata hoy no hará su programa de radio, pero adicto al trabajo como es no estará fuera del aire por mucho tiempo ya que el miércoles y el jueves estará presente en su ciclo radial «Lanata, sin filtro» desde un móvil para evitar trasladarse a los estudios de radio Mitre.
Su colega, Marcelo Longobardi, explicó hoy la ausencia de su compañero: «Lanata hoy estará desde su casa porque tiene una nana».
«A Lanata le hicieron una pequeña operación, una hernia inguinal, una pavada y ya mañana va a estar con nosotros porque es hiperactivo, le encanta trabajar. ¿De dónde saca la energía para trabajar tan bestialmente?», comentaron durante el pase del programa.
El miércoles y el jueves también hará su ciclo Lanata, sin filtro desde un móvil para poder recuperarse lo antes posible.
Diabetes. El periodista, de 53 años, tiene diabetes y sufrió varios problemas de salud. En 2010, Lanata fue internado en Bariloche por un cuadro de neumonía en la base pulmonar derecha. Primero presentó un cuadro febril con complicaciones respiratorias y luego el parte oficial de la clínica comunicó que se encontraba «estable». Este problema requirió un tratamiento basado en antibióticos y oxigenoterapia.
En 2011 estuvo internado y le diagnosticaron insuficiencia renal y diálisis de por vida, salvo que recurra a un trasplante.
En ese entonces, el conductor había explicado: «Me tengo que hacer diálisis tres veces por semana, día por medio, cuatro horas cada vez, que me la voy a pasar sentado al lado de una máquina que es como un lavarropas, pero que limpia la sangre».
«Lo que siento ahora es que no tengo que perder el tiempo, me quedan cinco, diez, quince años o lo que sea y no quiero que me pase que, a diez minutos de morir, sentir que me traicioné. En este sentido, esto te hace crecer. El médico me dice que deje de fumar, que baje de peso, que me cuide la diabetes, que me cuide el riñón. Por ahora lo único malo que hago es fumar. Ni siquiera tomo alcohol. Soy un Hare Krishna que fuma», había asegurado.
Ya el viernes, si continúa bien su evolución, entonces se incorporará a su habitual rutina laboral.
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