Ribair Rodríguez pretende agarrar por siempre la camiseta de Boca, aun como zaguero. Y es optimista con el futuro: «Siendo irregulares estamos a dos puntos del líder…», dijo. ¿Podrá cerrar en La Paternal con dos victorias al hilo?
En Danubio, la Universidad del Fútbol uruguayo, se recibió de volante central. Flaco, alto, espigado, se hizo patrón del mediocampo y, jovencito, allá en Jardines del Hipódromo, se supo ganar sus primeros «olé, olé, olé, olé, Negró, Negro…». El tiempo pasó, y pasó Tigre, Belgrano (con ascenso y descenso de River en el Monumental y todo), el Siena italiano. Pero fue en Boca donde volvió a escuchar ese grito popular. Aunque con una particularidad: como marcador central. El montevideano, despacito y por las piedras, le fue ganando el puesto a Chiqui Pérez, Burdisso, Caruzzo, y los que viniesen. Se fue ganando el puesto. Y la ovación. «Mi posición de toda la vida fue volante central. De zaguero, por momentos, en algún partido… Por suerte, me salieron las cosas bien y el entrenador está contento. Trato de aprovechar la oportunidad donde me toque porque el jugador siempre va a querer jugar. Trato de agarrar la camiseta y no soltarla. Uno no descarta nada», se sinceró Ribair Rodríguez en diálogo con TyC Sports. «Por suerte, me han llegado muy poco. Trato de moverme lo más natural posible. Me guían Agustín (Orion), el Cata, Burdisso, Caruzzo. Me hablan para ubicarme en jugadas especiales, al retroceder, achicar, a la hora de salir a espaldas del 4…», insiste con las peripecias de su nueva función.
El Negro, de paso, y más allá de su buen rendimiento en estos últimos dos partidos en novedosa posición, también versó acerca del presente de Boca. Y se lo notó optimista. «Estoy esperanzado porque siendo irregulares estamos a dos puntos del líder. Arreglando algunos errores podemos llegar a lo más alto. Claro que hay que buscar lo que se hizo contra Corinthians y Newell’s por la Copa, con Rafaela, con Racing… Ahí se vio a un equipo que presionó al rival, lo ahogó, apuntó a la tenencia del balón. El fútbol argentino está muy parejo y saben que contra Boca todos tienen que hacer las cosas de la mejor manera. Por eso nos preparamos para jugar partidos difíciles cada fecha. Y Argentinos Juniors, en su cancha, también lo será», vaticinó.
Esto recién empieza y, camiseta en mano, Ribair va por más. Y sabe que el Xeneize tiene con qué. Desde adentro y desde afuera. «El día que les toque, a Gago y a Román, jugar juntos, lo vamos a disfrutar. No entiendo a lo que dicen que dos jugadores de semejante calidad y jerarquía no se van a poder entender…», tiró sobre la dupla soñada que aún no tuvo convivencia. Y también dedicó un parrafito para Carlos Bianchi: «El se apoya en su trabajo. Estamos convencidos de la idea. Hace nueve meses que estoy dentro de Boca y lo vi mucho desde afuera. He visto lo ganador que fue, lo ganador que es. Tenemos un gran cuerpo técnico y se está trabajando bien. Las cosas están saliendo…», cerró Rodríguez, que anhela volver a romperla en La Paternal.
Fuente: Olé