Se trata de Matías Ezequiel Cejas y Mario Ortiz, cuyos cuerpos fueron encontrados en sus celdas; malestar de los reclusos tras la salida de Víctor Hortel; denuncian aumento de malos tratos por parte del Servicio Penitenciario
Dos presos aparecieron muertos en sus celdas del penal de Ezeiza en los últimos 20 días y los hechos generan malestar y dudas entre los detenidos, sus familiares y varios organismos de Derechos Humanos. Se trata de la cárcel de la que se fugaron 13 presos, lo que motivó la salida de Víctor Hortel y la asunción de Alejandro Marambio como jefe del Servicio Penitenciario Federal.
El primer caso ocurrió el pasado 27 de agosto. Matías Ezequiel Cejas apareció ahorcado en su celda y, según informaron fuentes allegadas a la investigación, todo parece indicar que se trató de un suicidio. El joven había sido trasladado desde la Unidad 7 de Resistencia, Chaco, tras haber sido torturado por agentes penitenciarios.
Cejas habría estado atravesando una fuerte depresión. Por ese motivo, el fiscal federal de Lomas de Zamora, Adrián García Lois, investiga la posibilidad de que haya habido abandono de persona, ya que el Servicio Penitenciario Federal no habría adoptado las medidas necesarias ante esta situación, informó el sitio Fiscales.gob.ar.
El portal indica que Cejas quería estar detenido junto a su hermano y había obtenido autorización judicial para ello. Un juez de Ejecución había ordenado que trasladaran a ambos la Unidad Psiquiátrica 20, situada también en Ezeiza, pero el Servicio Penitenciario Federal contestó -a través de sus médicos- que no había «criterio de internación» y no acató la orden.
TORTURADOS
Los hermanos Cejas habían sido duramente torturados en el penal chaqueño. La denuncia de esas torturas fue realizada por la Procuración Penitenciaria de la Nación. En tanto, la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) solicitó al fiscal chaqueño Carlos Amad que tomara testimonio a las víctimas. Por el hecho se tomó indagatoria a siete agentes penitenciarios.
Abel Córdoba, titular de Procuvin, solicitó el traslado de los hermanos al penal de Ezeiza, en donde Matías Ezequiel murió ahorcado.
SEGUNDA MUERTE
El otro caso ocurrió la semana pasada. Mario Ortiz, de 23 años, apareció ahorcado en su celda del pabellón D del Módulo 4 de Ezeiza. Según informaron a LA NACION fuentes allegadas al caso, Ortiz había declarado en el marco de la investigación sobre la muerte de Cejas.
Cuando se enteraron de la muerte, los internos de ese módulo comenzaron a reclamar que se esclarezcan los hechos. Según denunciaron los detenidos, la protesta fue fuertemente reprimida por el SPF.
«Si este chico estaba deprimido o no, no lo sabemos. Se supone que tiene que ser atendido. Se supone que el tratamiento penitenciario no es sólo palo y castigo. Se entiende que hay un programa de tratamiento con especialistas», lamentó en diálogo con LA NACION Andrea Casamento, titular de la Asociación Civil Familiares de Detenidos.
«¿Nadie lo notó deprimido? ¿Alguien habló con él? Hay un programa de prevención al suicida en el Servicio Penitenciario. Pero es sólo un nombre, una fachada. Esto habla de que hay un sistema desmadrado que nadie controla, que no funciona», sostuvo Casamento.
La PPN concurrió al pabellón donde fue hallado Ortiz, entrevistó a los detenidos e inició los trámites de investigación correspondientes
MALESTAR TRAS LA SALIDA DE HORTEL
«Se acabó la joda». «Se les fue el padrino». «Ya no los protege el tío». Según pudo saber LA NACION, esas son algunas de las frases que los presos denuncian que les dicen los agentes penitenciarios desde que Hortel abandonó el cargo.
Desde entonces, la nueva gestión de Marambio ya tiene dos supuestos suicidios y varias quejas de los internos, que aseguran que los malos tratos ahora son más frecuentes.
«Yo creo que Marambio es un tipo educado, no creo que mande a pegarle a la gente. Pero cuando él dice ‘Vengo a poner orden’, los agentes penitenciarios entienden ‘Ahora podemos pegar, porque es nuestra manera de poner orden», explicó Casamento.
Y añadió: «Hay que entender qué se está privilegiando. Hortel privilegiaba la política de Derechos Humanos, aunque no significa que haya resuelto el problema de fondo. Con Marambio se va a privilegiar una política de seguridad, y eso trae aparejado los abusos por parte de algunos agentes».
En tanto, un grupo de presos del Complejo I de Ezeiza inició ayer una huelga de hambre para manifestar su malestar con las dos muertes y con las situaciones de malos tratos -físicos y psicológicos- que aseguran que aumentaron desde el cambio de gestión. La protesta comenzó en el Módulo 3 del complejo. Los internos denuncian que desde que asumió Marambio, el personal del SPF les dice frases como «Acá se acabaron los Derechos Humanos» y amenazan con golpizas y apremios que, dicen los detenidos, en muchos casos se concretan.
También denuncian que se intensificaron las requisas y que se están poniendo obstáculos a las visitas..
Fuente: LA Nación