Cientos de personas participaron, en el partido bonaerense de San Isidro, de una maratón solidaria en homenaje a Matías Berardi, el adolescente de 16 años que en septiembre fue secuestrado en Escobar y asesinado en Campana.
La carrera, denominada «300 metros por Matías Berardi», partió a las 11, de las calles Dardo Rocha y Santa Fe, en la localidad de Martínez, junto al Hipódromo de dicho partido de la zona norte del conurbano.
Juan Pablo Berardi y María Inés Daverio, padres de Matías, comentaron que la maratón recorrió sólo 300 metros porque esa fue la distancia que el adolescente transitó pidiendo ayuda desde que escapó del lugar donde estaba cautivo hasta que fue recapturado por los secuestradores que luego lo asesinaron.
«Esperemos que sea el principio de algo, de cambio; que la gente empiece pensar en cambiar un poco los valores», expresó el padre de Matías en declaraciones a la prensa, tras la carrera de la que participaron cientos de personas, en su mayoría jóvenes.
La organización del evento también estuvo a cargo de Red Solidaria, que pidió a los participantes que llevaran alimentos no perecederos, leche en polvo, libros o lo que consideren útil para donar a hospitales y hogares.
«Para nosotros es conmovedor. sentir que hay tanta gente que nos apoya. Y hay mucha gente que está también en nuestra situación», continuó.
Respecto de la investigación, el hombre dijo que la familia pide más «testigos» porque considera que aún «hay muchos puntos oscuros».
En ese sentido, la madre de Matías contó que en la causa ya «han declarado quince testigos» pero que estima que «debe haber más» que aún no lo hicieron. «Lo importante es que los testigos lleguen al día del juicio», señaló María Inés.
El caso de Matías Barardi (16) se inició el 21 de septiembre, cuando el adolescente fue a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco Pachá, ubicada en la Costanera Norte de la Capital Federal.
De allí salió en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos, y se bajó en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, para luego tomarse otro transporte que lo llevaría a su casa en Pilar.
Según la investigación, Matías se bajó de la combi a las 5.30 y a las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo, en la que la propia víctima les dijo que había sido secuestrado.
La última comunicación entre la familia y los secuestradores fue a las 20.20 del mismo día, y a la madrugada siguiente el chico apareció ejecutado de un balazo en la espalda en un descampado de Campana.
El 15 de octubre, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, dictó la prisión preventiva de ocho de los diez personas que habían sido detenidas desde el día siguiente al que se halló el cadáver de Matías.
La medida alcanzó al herrero uruguayo propietario del taller de Benavídez donde Matías estuvo cautivo, a su esposa y a sus hijas de 17 y 19 años.
También fueron procesados el sindicado autor material del crimen, Néstor Facundo Maidana Calveira, su hermano Federico Maidana Calveira, la pareja del primero, Celeste Moyano; y Elías Vivas.
Los únicos dos liberados por falta de mérito fueron el ex socio del herrero uruguayo, Santiago García (61), y el portero Miguel Moyano, padre de Celeste y suegro del herrero.
Fuente: TN