La oposición siria denuncia 650 muertos en un ataque con armas químicas

-«Brutal uso de gases tóxicos»-
DAMASCO — Más de 650 personas murieron este miércoles en un ataque con armas químicas del Ejército sirio en los alrededores de Damasco, denunció la oposición, que calificó de «matanza» el bombardeo y pidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.

«Más de 650 personas muertas en un ataque con armas químicas en Siria», afirmó la oposición siria en su cuenta oficial de la red social Twitter. El régimen de Damasco negó rotundamente estas afirmaciones.

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Poco después, el Reino Unido reaccionó al afirmar que expondrá ante el Consejo de Seguridad de la ONU «las alegaciones de la oposición siria sobre el uso de armas químicas» por parte del régimen, afirmó en Londres el ministro de Exteriores británico, William Hague .
Hague dijo estar «profundamente preocupado» por informaciones de la oposición siria según las cuales centenares de personas habrían muerto en esos ataques químicos. El jefe de la oposición siria había exigido poco antes una reunión urgente del Consejo de seguridad sobre la «matanza» cometida en la región de Damasco. «Pido al Consejo de Seguridad de la ONU que celebre una reunión urgente para asumir sus responsabilidades ante esta matanza», dijo Ahmad Jarba a la cadena Al Arabiya.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG afín a la rebelión basada en Reino Unido, había indicado inicialmente que el bombardeo dejó un centenar de muertos. «El balance seguramente se va a agravar. Los bombardeos continúan» había dicho el OSDH, que recopila información de los activistas y de los médicos en el terreno. Según fuentes de la oposición, centenares de personas murieron al inhalar gas y al quedar expuestas a las armas químicas.
Por su parte, las autoridades sirias negaron que el Ejército utilizara armas químicas. «Las informaciones sobre el uso de armas químicas en (los suburbios de) Ghuta son totalmente falsas», aseguró la agencia estatal SANA, en momentos en que una misión de inspectores de la ONU visita el país precisamente para investigar el uso de armas químicas. El diario sirio Al Watan aseguró que el régimen se ha «comprometido a cooperar y facilitar la labor» de este equipo de la ONU, que inició el martes su misión en el país.

La Liga Árabe pidió a estos inspectores que visiten de inmediato el lugar donde presuntamente se produjo el ataque con armas químicas. En un comunicado, el jefe de la Liga Arabe Nabil al Arabi urgió a los inspectores de armas químicas que «vayan de inmediato» a esa zona «para constatar la realidad de la situación e investigar las circunstancias de este crimen». El presidente francés François Hollande también dijo que su país pedirá a la ONU que acuda al lugar del ataque para «verificar» esas «informaciones».
Los Comités de Coordinación Local (LCC), una red de militantes, informaron que hubo centenares de víctimas debido al «brutal uso de gases tóxicos por el régimen criminal en partes de Ghuta occidental». En videos colgados en YouTube, otro grupo activista, la Comisión General de la Revolución Siria, muestra lo que califica de «terrible matanza cometida por las fuerzas del régimen con gases tóxicos».
En un video, se ve a niños recibir primeros auxilios en un hospital de campaña, especialmente oxígeno para ayudarlos a respirar. Médicos aparecen intentado resucitar a niños inconscientes que no muestran heridas aparentes. La autenticidad de estos videos no pudo se verificada de momento.

El equipo de inspectores sobre armas químicas de la ONU inició su labor en Siria a principios de semana. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había reclamado entonces un «acceso totalmente libre» a los sitios que son objeto de acusaciones para «establecer los hechos de manera creíble».
Así podrán «emprender los análisis necesarios y recoger muestras», dijo Ban. También deberán ser autorizados a «mantener entrevistas con testigos, víctimas y el personal médico y realizar autopsias», añadió. El equipo de la ONU está integrado por una decena de inspectores y dirigido por el sueco Aake Sellström.
AFP