Presentan en Mendoza un libro sobre la trata de personas

Estarán presentes referentes nacionales y provinciales. Susana Trimarco, madre de Marita Verón, participó con su testimonio

Una problemática que, según sostienen los levantan sus banderas, no debe olvidarse. La temática estuvo en boca de todos a finales del año pasado, cuando se divulgó el dictamen por el caso Marita Verón, víctima de trata y luego localmente con el caso de Johana Chacón.

Justamente, para sostener este tema tan importante, en Mendoza se presentará hoy el libro «Se trata de nosotras». Al evento asistirá Cecilia «Checha» Merchán, referente de la Corriente Política y Social La Colectiva, ex diputada e impulsora de los proyectos de identidad de género y matrimonio igualitario, entre otros.

Los Andes conversó con ella y con Laura Chazarreta, miembro de Mujeres Cotidianas, para conocer qué contenidos aborda el libro -entre los que se incluyen testimonios de Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón- y sobre la realidad de la trata de personas en la provincia.
«Todas podemos ser víctimas, pero también todas podemos ser protagonistas de la lucha en su contra, de las redes que tenemos que armar para enfrentar a las de la trata», indicó Merchán en alusión al nombre del libro.

El delito de trata, según dijo Merchán, debe ser atacado desde todos los ángulos y por eso la compilación incluye aportes valiosos de Susana Trimarco y su experiencia en la búsqueda de su hija; y de los psicoanalistas Mariana Torres Cárdenas, quien se refiere a las consecuencias psicológicas de la trata, y Juan Carlos Volnovich, quien introduce a las razones culturales que existen detrás del consumo de mujeres. También tienen su voz espacios del Estado que trabajan en el tema. El libro cuenta, además, con la actualización de las leyes y debates.

Las caras del engaño

Según el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, este delito supone «la captación, el transporte, el traslado, la acogida, la recepción de personas, recurriendo a la amenaza, o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación».

La trata de mujeres, niñas, niños y adolescentes con fines de explotación sexual representa 90% de los casos, el restante 10% responde a las otras formas de explotación. Muchas mujeres y jóvenes son engañadas con ofertas de trabajos en casas de familia: empleadas domésticas, cuidando niños o ancianos.

«En muchos casos, los reclutadores actúan en pareja y simulan ser un matrimonio para hacer creer que el ofrecimiento de trabajo es genuino», especificaron las referentes. Otra modalidad común, es la realización de un casting para la captación de chicas.

La convocatoria se hace mediante la publicación de avisos clasificados, o propagandas en alguna radio o televisión local con la promesa de convertirlas en modelos.

«En todos estos casos, los reclutadores (que también son del sexo femenino) les prometen buena paga y la posibilidad de mejorar sus vidas y las de sus familias rápidamente», explicó Merchán.

Tal como describieron ambas, otra de las caras del engaño que utilizan los proxenetas para el reclutamiento es el «enamoramiento». «Simulan una relación sentimental y utilizan la vulnerabilidad que dicha relación genera para explotar a «sus» mujeres.

Incluso, para consolidar el vínculo sentimental y continuar coaccionando a las víctimas. Los proxenetas llegan a tener un hijo con ellas, al que reconocen legalmente», graficaron.

Las especialistas agregaron que una de las principales causas para que existan mercados de «servicios» sexuales es la gran cantidad de demanda. Y esto se debe a que cada vez más el cuerpo de una mujer es considerado un objeto posible de ser consumido.

Tal como argumentó Merchán, que los hombres consuman sexo y paguen por esto, es muchas veces justificado con expresiones como «no se puede contener» o «lo necesitan». Por tanto, mientras exista y aumente la demanda de prostitución la cantidad de mujeres que son tratadas va a ir en aumento.

«Quien consume no diferencia si la mujer es menor, adolescente, adulta, con o sin consentimiento. La esclavitud sexual existe porque hay quienes consumen y estos son los clientes», dijo con dureza.

En Mendoza

La realidad sobre esta problemática en Mendoza es muy compleja, ya que, por ejemplo, en Lavalle han desaparecido 27 mujeres, aunque los casos más mediáticos fueron los casos de Johana Chacón y Soledad Olivera, que se hicieron visibles por la contención del grupo de maestras comprometidas.

Pero desaparecen mujeres y niñas cotidianamente y cuyas historias no conocen por pertenecer a sectores de menos recursos. «La justicia debe informar a la sociedad lo que están haciendo para lograr la aparición de todas ellas», resaltó la referente de Mujeres cotidianas.

A partir de la sanción de la ley 26.364, en 2008, -que permitió que la trata se considere un delito federal y que pueda ser perseguida de una provincia a otra- se rescatararon 4.602 personas. En 48% de los casos, el delito se configuró con fines de explotación sexual. El 54% de las víctimas eran de nacionalidad extranjera y 13% tenía menos de 18 años.

 

Fuente: www.losandes.com.ar