Ya sin Scocco y con Trezeguet aún poniéndose a punto, Aquino se calzó la pilcha de goleador cuando nadie se lo imaginaba. El paraguayo, que ya le había metido uno a Boca en el 2012, acaba de regresar de Belgrano, donde no tuvo continuidad.
Volvió y lo hizo con todo. Víctor Aquino se vistió de héroe este martes en la Bombonera, y se calzó la pilcha de goleador cuando nadie se lo imaginaba. Metió un doblete con sólo cuatro minutos de diferencia (46′ y 50′, el primero tras una gran jugada y el segundo de cabeza ganándole la posición al Cata Díaz) y dejó el marcador 3 a 2 para la Lepra.
Y eso que dejó Belgrano por falta de continuidad, y volvió a Rosario apostando a un nuevo desafío. El paraguayo, que ya había amargado a Boca en el 2012, nació en Asunción hace 27 años, se inició en San Lorenzo de su país, jugó en Chile, en Portugal, volvió a Paraguay y luego cayó en Newell’s. Tras un año a préstamo en Córdoba, volvió al equipo campeón para encarar el Inicial 2013.
«La verdad fue muy importante este triunfo, conseguimos tres puntos muy valiosos, por ahí no fue un gran partido como pensábamos hacer pero nos llevamos la victoria», comentó apenas terminó el encuentro. «Es un puesto que ha dejado un gran jugador como Scocco, espero tratar de ser importante para el equipo y hacer bien las cosas en este campeonato», cerró.
Hace unos días, Aquino había dicho que «lo que se me pasó por la cabeza es tratar de cambiar la mala imagen que tiene de mí la gente de Newell’s. Quiero revertir todo eso por mi familia, por la gente que está conmigo y la dirigencia, que es la que confía en mí». Y con estos goles cuántos puntos sumó…
Fuente: Olé