Las embajadas y consulados estadounidenses cierran temporalmente sus puertas en el Medio Oriente por protección a sus diplomáticos.
El gobierno de Estados Unidos emitió una alerta a sus ciudadanos, en la que advierte que no deben viajar a Arabia Saudita, Omán, Qatar, Bahréin, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos e Irak, debido a una amenaza de la red terrorista Al Qaeda. «El Departamento de Estado alerta de la continua posibilidad de ataques terroristas, particularmente en Oriente Medio y el norte de África, y posiblemente surgiendo de la Península Arábiga», indicó el comunicado.
Se ha ordenado a las embajadas y consulados de Estados Unidos en la región a cerrar sus puertas. Marie Harf, portavoz adjunta del Departamento de Estado, argumentó que la medida se toma para proteger a las personas que trabajan allí. En algunos casos la clausura podría prolongarse unos días más después del domingo, fecha en que se celebra el Eid, fin del Ramadán.
El ministerio de Exteriores del Reino Unido explicó en un comunicado que las delegaciones británicas permanecerán abiertas, pero reforzarán su vigilancia.
Al Qaeda y organizaciones afiliadas siguen planeando ataques terroristas y podrían centrarse en Oriente Medio y el Norte de África, en un período que va desde ahora hasta finales de agosto.
El año pasado el Departamento de Estado emitió una alerta similar sobre la posibilidad de violencia contra las instalaciones diplomáticas de Estados Unidos en el Medio Oriente en coincidencia con el aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. El 11 de septiembre de 2012, fue atacado el consulado de Estados Unidos en Bengasi (Libia) y murieron cuatro personas, entre ellas Chris Stevens, embajador de Washington en el país. En un principio se creyó que el ataque se debió a protestas espontáneas en rechazo a un vídeo antimusulmán, pero luego se atribuyó a militantes vinculados a Al Qaeda.
Hubo fallos de seguridad estructurales en la respuesta al ataque. El presidente Barack Obama se comprometió a mejorar la protección de las instalaciones diplomáticas, y a aumentar la capacidad de alerta. El plan presupuestario presentado en abril por Obama para 2014, que comienza el próximo octubre, asigna 47.800 millones de dólares para el Departamento de Estado, con prioridad a la mejora de la seguridad en las instalaciones diplomáticas. El proyecto prevé destinar 4.000 millones a la seguridad del personal y de las misiones diplomáticas en el exterior, a raíz de las recomendaciones emitidas tras el ataque en Bengasi.
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