El wing de Los Pumas eligió un proverbio chino para explicar la sana rivalidad que mantiene con Agulla, Imhoff y Tuculet por un lugar en el equipo. Además, se refirió a la necesidad de ganar para reencontrarse con el público: “Tenemos una deuda”, dijo el actual hombre de Leicester.
Confianza. Esa es la palabra que se repite a lo larga de la extensa charla con Gonzalo Camacho y que el jugador la hace propia para explicar las causas de este presente adverso. Es que la ausencia de resultados positivos fue minando el espíritu de un seleccionado que llega a su máximo desafío, urgido por la necesidad de borrar lo ocurrido en Dublín hace nueve meses.
-¿Cuál es el objetivo que se plantearon para el Rugby Championship?
-Vamos a ir a Sudáfrica a buscar lo que venimos persiguiendo desde el Mundial: ganar, ganar y ganar. A veces eso cuesta más, así que vamos a tratar de mejorar en lo rugbístico para que en consecuencia aparezcan los resultados. De esa forma, la confianza del equipo comienza a subir y se pueden conseguir cosas inimaginables.
-¿Es inimaginable ganarle a uno de los tres gigantes del sur?
-Lo digo de esa forma porque hay muchos que piensan que ganarle a uno de estos tres equipos sería una sorpresa. Tengo mucha confianza en este equipo y creo que no sólo podemos hacerle partido, sino que además podemos traernos un resultado positivo a casa.
-Después de una ventana de noviembre que fue esquiva en materia de resultados, ¿creés que hay que volver a seducir a la gente?
-Tenemos una deuda no sólo con la gente si no también con nosotros mismos, porque el último partido con Irlanda estuvo lejos de ser el mejor. Seguramente fue el peor de este ciclo, pero queremos ir agarrando confianza de a poco y que el juego acompañe la búsqueda de ese resultado.
-Pese a que son otros los nombres pasó algo similar en junio, ¿hay presión por lo que dejó la ventana?
-La presión no las debemos poner nosotros porque tenemos que estar convencidos de lo que podemos hacer. Obviamente, sabemos que la deuda está y debemos corregir esos puntos débiles para demostrar que estamos a la altura de las circunstancias.
-¿Y cómo ves la lucha por la titularidad?
-Muy divertida. Es algo que se mantiene entre amigos y, obviamente, uno cuando juega quiere demostrar un poco más. Igual, no nos pisoteamos por ese lugar, sino que tratamos de ayudar al otro sanamente. Es como si fuésemos tres hermanos que están constantemente tratando de llamar la atención del Papá.
-Siempre estás luchando por un puesto, ¿te sentís cómodo desde ese lugar?
-Sí, a uno siempre le gusta la competencia y el hecho de tener que pelearla. De hecho, hay un proverbio chino que habla sobre los peces que se pescan en ese país que, al ponerlos en un stand, se quedan quietitos y al llegar a China están duros. Y dice: ¿por qué están tan duros? Porque por mucho tiempo no se movieron y no tienen peligro. Una vez le pusieron un tiburón y los pececitos empezaron a esconderse más rápido. Esto es lo mismo: si uno se achancha no mejora, por eso está bueno tener competencia para que te estén mordiendo continuamente los talones.
-En síntesis, ¿sos un eterno luchador?
-Todos acá tenemos que lucharla porque el rugby es muy competitivo. No sólo a nivel nacional sino también en Europa porque tanto Horacio (Agulla), Juan (Imhoff) y Tucu (Tuculet) juegan en equipos donde tienen que luchar por un puesto. Por eso, hay que encontrarle la vuelta para ser mejor o ver desde qué lugar uno puede ayudar más al equipo.
Fuente: http://www.rugbyfun.com.ar/