Un profesor de Historia de 32 años falleció el martes pasado después ser atropellado por un colectivo de la línea 37, en el barrio de Balvanera. Pocos minutos antes de morir, Javier Pisano había mantenido una acalorada discusión con el chofer del colectivo porque no le abrió la puerta, ya que no estaba en la parada correspondiente.
La familia de la víctima denuncia que el conductor «lo arrolló adrede». El chofer quedó detenido y la Justicia caratuló el hecho como homicidio doloso, delito que preve castigos de 8 a 25 años de cárcel.
Pisano vivía en Lomas de Zamora, junto con sus dos hermanos, uno mayor y otro menor que él, y su madre. El lunes por la noche había ido a un cumpleaños y, como ya era tarde para volverse en tren, decidió tomar el colectivo de la línea 37 para llegar a Lanús y desde ahí realizar la combinación con otro transporte que lo llevara a su casa.
Alrededor de las 3, el docente se acercó al interno 29 de la línea 37, que estaba detenido por el semáforo en rojo en el cruce de la calle Combate de los Pozos y la avenida Independencia. Según las primeras versiones, como el colectivo no estaba en la correspondiente parada, el chofer, que fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias Télam, identificaron como Rogelio Marcelo Pérez, de 46 años, no abrió la puerta delantera.
Enfurecido, mientras insultaba al chofer, Pisano comenzó a golpear la puerta delantera del colectivo. Una fuente judicial relató que, en su indagatoria, el colectivero contó que «el hombre le rompió el vidrio a golpes», pero la familia de la víctima tenía sus dudas al respecto.
«Al ver que el hombre le rompió el vidrio, el conductor bajó del colectivo y mantuvo una discusión, tras lo cual volvió a subir y arrancó», dijo una fuente de la investigación. Al reiniciar su marcha, el rodado atropelló al profesor con las ruedas traseras.
«Lo pisó adrede», afirmó a LA NACION Fernando, médico y el menor de los hermanos Pisano. Y agregó: «Mi hermano se pudo haber enojado – reconoció el allegado-, pero el colectivero actuó de manera irresponsable».
Los investigadores intentaban determinar si el conductor, enojado por la reacción de Pisano, quiso amedrentar al hombre acercándole el rodado o si realmente tuvo intención de atropellarlo.
El chofer detuvo su marcha tras cruzar la avenida Independencia y llamó a la emergencia médica. Cuando arribó el SAME al lugar, Pisano aún estaba con vida, por lo que fue trasladado al Hospital Ramos Mejía, donde murió.
El abogado de la familia de la víctima, Horacio Mengoni Marín, en diálogo con LA NACION puso en duda que Pisano haya roto el vidrio del colectivo.
Para aclarar cómo ocurrieron los sucesos, ya que hasta ayer sólo había narrado su versión el colectivero sospechado, el juzgado solicitó que los administradores del Sistema Único de Boletos Electrónicos (SUBE) envíen información sobre los pasajeros que en ese momento se trasladaban en ese colectivo para que presten su testimonio, informaron fuentes judiciales..
Fuente: La Nación