TERROR EN CASTELAR

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INSEGURIDAD NACIONAL: El hecho ocurrió hoy cerca de las 7.15, cuando una de las víctimas, identificada por la policía como Claudio Sevilla, salía de su casa ubicada en Santa María de Oro 3238, de Castelar, en el partido bonaerense de Morón.

Según dijeron los voceros, Sevilla abría el portón de su casa para sacar su vehículo Renault Kangoo, cuando dos delincuentes, al menos uno de ellos armado, lo interceptaron y lo amenazaron con dispararle.

«Abrió el portón y se encuentra con estas personas. Yo a todo esto estaba en la parte de arriba, en los dormitorios», relató hoy al canal de cable TN la esposa de Sevilla, de nombre Laura.

Los ladrones ingresaron a la vivienda, donde además se encontraban durmiendo los hijos de la pareja, un chico de 17 años y una beba de 1 año.

«Me lleva para arriba a mí, me agarra de la mano, me pide plata. Después lo hace subir a mi marido, le pedí `por favor´ porque tengo una bebita de un año que no me haga nada a la nena», manifestó Laura, y agregó que uno de los delincuentes le respondió que se quedara «tranquila, pero que quería la plata».

La mujer también relató que el ladrón le decía que estaban «cantados», en referencia a que alguien les había informado que tenían dinero en la casa.

«Le decíamos que plata en la casa no había. Mi marido le explicó que era un diariero y que plata grande en la casa no teníamos. Al tipo no le importó nada, empezó a revolver todo», dijo Laura, que luego observó cómo los ladrones tomaban objetos de valor y los cargaban en un bolso que le habían pedido a ella.

Los delincuentes entraron también a la habitación del hijo mayor de los Sevilla, quien ya se había dado cuenta de lo que sucedía y se había comunicado con el servicio de alerta 911 sin que los agresores se percataran.

Laura manifestó que cuando los patrulleros llegaron hasta el frente de la vivienda, uno de los delincuentes «se desesperó, sacó el arma que hasta ese momento la tuvo guardada en la cintura», y le ordenó que saliera para decirles que nada ocurría y que se fueran del lugar.

«Salgo y los policías se dieron cuenta de que algo pasaba, vieron mi cara, algo intuyeron», dijo la mujer, y continuó: «Me pidieron que baje para tomarme los datos. Cuando bajo les dije que sí, que había alguien adentro, en voz baja, pero que por favor no hicieran nada porque los tenían de rehén a mi marido y a mi hijo y que tenía una bebé chiquitita».

Los policías se fueron del frente de la casa y, sin generar ruido ni aumentar las sospechas de los ladrones, intentaron acceder a la vivienda a través de otras propiedades vecinas.

Laura relató que, pese a ver que la policía se había retirado del lugar, los ladrones permanecían preocupados y que junto a su familia les recomendaron que escaparan por el fondo de la casa.

«Los hicimos salir nosotros para la parte del fondo, que adelante no podían ir porque estaba la policía. Los hicimos saltar un paredón pero no pudieron saltar más parece, quedaron encajonados. Tuvieron que volver al fondo de mi casa y es ahí cuando, al volver la policía, ingresan y los detienen», finalizó la víctima.

Ambos delincuentes fueron apresados y en su poder fueron secuestrados teléfonos celulares, notebooks y otros valores robados, mientras que el arma de fuego que exhibían para amedrentar a los Sevilla resultó ser una réplica, dijeron las fuentes.

Interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 del Departamento Judicial Morón, a cargo de Adriana Laura Suárez Corripio.

Télam