El capitán Francesco Schettino es acusado de ser el responsable del incidente, ocurrido en 2012.
Se enfrenta a una condena de 20 años por homicidio involuntario y abandono del buque.
El juicio sobre el naufragio naufragio del Costa Concordia ha comenzado este miércoles en Grosseto. El capitán Francesco Schettino es acusado como principal responsable del incidente, ocurrido en 2012 frente a la isla del Giglio. El capitán se enfrenta a una pena de 20 años de prisión por los delitos de naufragio por negligencia, homicidio culposo múltiple, abandono del buque, daños medioambientales y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el naufragio.
La celebración, que debería haber empezado el pasado día 9, tuvo que ser aplazada por la huelga de los abogados italianos contra las reformas del Gobierno de Enrico Letta. Se han presentado 242 partes demandantes, entre ellos el grupo Costa Crucero, al que pertenecía el crucero, que el pasado mes de abril llegó a un acuerdo con la fiscalía para pagar un millón de euros como sanción administrativa, y el Ayuntamiento de Giglio, además de pasajeros y grupos ambientalistas.
Las primeras audiencias se dedicarán a tomar nota de la presentación de las partes civiles y la única sorpresa podrá ser la presencia, como ocurrió el pasado 9 de julio, de la moldava Domnica Cemortan, la mujer que, según algunos testigos, acompañaba a Schettino la noche del naufragio.
La noche del 13 de enero de 2012, el buque Costa Concordia chocó contra un escollo durante una maniobra realizada por el capitán para acercase a la costa y naufragó frente a la isla del Giglio provocando la muerte de 32 pasajeros y la evacuación de 4.229. El capitán Schettino es acusado por la maniobra peligrosa que resultó en el accidente, pero sobre todo por haber abandonado la nave cuando todavía quedaban muchos pasajeros a bordo. Desde el impacto hasta que se produjo el desembarco de los pasajeros y miembros de la tripulación pasaron varias horas sin que se diese la orden de abandonar el barco.
La nave se inclinó unos 90 grados y el capitán se cayó sobre una de las lanchas salvavidas”
Domenico Pepe, abogado de Schettino
Su defensa argumenta que la maniobra era autorizada, afirma que el capitán actuó con responsabilidad para salvar la vida de los pasajeros y niega que este haya abandonado la nave. “El capitán Schettino no se marchó. La nave se inclinó unos 90 grados y el capitán se cayó sobre una de las lanchas salvavidas”, dijo recientemente el jefe de su equipe de abogados, Domenico Pepe. Las grabaciones de las conversaciones telefónicas mantenidas la noche del accidente entre Schettino y su colega Gregorio de Falco, el comandante de la capitanía de Livorno, sin embargo, demuestran el contrario. Durante más de una hora de Falco le ha exigido que regresara al barco, se pusiera al mando de las maniobras de evacuación e informara de la situación y de los muertos que ya se habían producido.
En otro proceso paralelo, que se celebrará el 20 de julio, en una audiencia preliminar se decidirá si admitir las penas pactadas (entre uno y dos años de reclusión) por los otros acusados del naufragio: el responsable del puente de mando, Ciro Ambrosio; la oficial Silvia Coronica; el timonel Jacob Rusli, el jefe de los servicios de a bordo, Manrico Giampedroni, y el jefe de la unidad de crisis de Costa Cruceros en tierra, Roberto Ferrarini.
Schettino está desde el 5 de julio en libertad, después de que la jueza Montesarchio decidiese sustituir el arresto domiciliario dictado por ella misma el 17 de enero por la obligación de someterse a controles rutinarios en el municipio en el que reside, Meta di Sorrento (sur de Italia).