Los atentados durante los primeros 14 días de julio en Irak han causado más de 370 víctimas fatales para un total de dos mil 600 este año, según cifras coincidentes.
Este domingo 35 personas murieron en atentados y ataques que tienen todos los visos de haber sido coordinados para ser realizados en medio del Ramadán, el mes islámico del ayuno.
En la ciudad central de Kut una bomba escondida en un vehículo aparcado cerca de una panadería cobró nueve víctimas fatales y causó heridas de diverso pronóstico a 42 personas, algunas de las cuales están en peligro de muerte, según el comunicado del Ministerio del Interior.
De nuevo los miembros de la comunidad chiíta fueron blanco de una explosión, esta vez en la ciudad de Kerbala, al suroeste de esta capital, la cual causó la pérdida de cuatro vidas y 19 lesionados.
En la ciudad meridional de Basora, en la cual reside gran parte de la mayoritaria comunidad musulmana chiíta, tres ingenios dinamiteros explotaron al borde de una carretera dejando una estela de ocho muertes y 35 lesionados.
Poco antes otra carga dinamitera de alto poder explotó en la ciudad suroriental de Nasisiya con saldo de dos fallecidos y 25 lesionados.
En Nínive, al norte franco, cinco civiles perdieron la vida en otro atentado con explosivos, mientras en Mosul, en el mismo punto cardinal, el presidente del Concejo Provincial, Saad Alí Shuwait, resultó herido en un atentado que costó la vida a cuatro de sus guardaespaldas.
Peor suerte corrió uno de los miembros de ese órgano de gobierno, Mohamed Obaid Sultan, quien murió al igual que uno de sus hijos por la metralla de una bomba colocada al borde de la carretera por la cual transitaba
El jefe de la Policía en esa provincia, general Khaled al Hamdani, escapó sin daños al estallido de una bomba, cuyos fragmentos hirieron a tres de sus guardaespaldas. En el sur de Mosul, dos soldados murieron en un ataque armado contra un punto de control, al igual que un policía.
Dos parroquianos de un restaurante en Diyala, capital de Baquba, fueron despedazados por un las esquirlas de un ingenio explosivo casero que además hirieron a tres.
Otra baja en las filas oficiales fue el teniente coronel Iyad al Samarraie, muerto a balazos cerca de una mezquita por desconocidos que además hirieron a dos de sus escoltas.
La diversidad de zonas abarcadas por las acciones de este domingo indica una ampliación de las acciones de entidades a las cuales se vincula con la red Al Qaeda, las cuales combaten al gobierno del primer ministro chiíta Nuri al Maliki en una guerra que cada vez más se convierte en una conflagración sectaria.
La mayor parte de las víctimas de los ataques y atentados dinamiteros son musulmanes chiítas, reedición del estallido sectario de los años 2006 y 2008, en el apogeo de la ocupación militar estadounidense de Irak.
Antes de la invasión militar estadounidense de 2003, los conflictos confesionales eran desconocidos en este vasto y milenario país del Levante.
Fuente: Prensa Latina