Fueron detenidos acusados de ser coautores del asesinato de la docente jubilada Olga Aída Acedo, quien fue atacada en marzo durante un asalto cuando cuidaba a su sobrina nieta de 2 años en la localidad de Junín. Ya son cuatro los imputados en la causa.
Por el homicidio ya estaban procesados un adolescente de 17 años y otro muchacho, identificado como Jonatan Ramón Castro (23), este último con prisión preventiva.
Los nuevos detenidos son Aníbal Díaz (19) y Andrea Soledad Álvarez (24), quienes también estaban con prisión preventiva pero por un “robo agravado” y una “tentativa de homicidio criminis causa” de un efectivo policial durante un asalto en un comercio de Rojas.
Según los voceros, Castro había dicho en su primera indagatoria que no había cometido el crimen y que nunca estuvo en la casa de Acedo, pero muestras de ADN halladas por donde entró a la casa quien cometió el crimen y un elemento usado para el ingreso coincidieron con las suyas.
Hace unos 15 días, el joven había solicitado una ampliación de su indagatoria y declaró que él había estado en el lugar del hecho junto con otras personas.
Ante ese testimonio, los investigadores detuvieron a Díaz y Álvarez, que se negaron a declarar ante el titular del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, José Elías Alvite Galante, a cargo de investigar lo sucedido en Junín y en Rojas.
De acuerdo a las fuentes, la mujer estaba con una morigeración de la prisión preventiva y permanecía arrestada en su casa debido a un embarazo.
El crimen de Acedo (72) ocurrió el 15 de marzo en una vivienda ubicada en avenida República 170, entre Carlos Pellegrini e Hipólito Yrigoyen, de Junín, donde la víctima estaba al cuidado de su sobrina nieta de dos años.
Para los pesquisas, uno de los delicuentes ingresó a la propiedad por la claraboya del baño, que sólo tiene 35 centímetros de diámetro, y desde allí se descolgó con una soga y le abrió la puerta a un cómplice.
La niña había sido dejada a la mañana en la casa por su madre Florencia, una maestra integradora de 23 años, y cuando regresó a las 12.30 a buscarla encontró a la maestra jubilada muerta y degollada, y a su hija ilesa, a su lado.
La joven avisó a la Policía y los efectivos que llegaron al lugar secuestraron en la escena del crimen una cuchilla que se cree es el arma homicida.
Los pesquisas dijeron que dos días antes del crimen la mujer asesinada había cobrado su jubilación y ese dinero, unos 2.000 pesos, quedaron guardados dentro de un cajón.
Al conocerse el homicidio de Acedo, los vecinos de Junín marcharon en los dos días siguientes en reclamo de Justicia y mayor seguridad.
Días antes, en la misma ciudad, se habían producido incidentes durante marchas realizadas por el crimen de la kiosquera Karen Campos (17), asesinada también durante un asalto.
Télam