En Corrientes se anegaron nuevas zonas. En Chaco, 2.000 personas dejaron sus hogares, pero creen que lo peor ya pasó.
Indomable el Paraná, cuando las expectativas del lunes habían sido alentadoras, en la madrugada de hoy volvió a dar un salto frente a las costas de Corrientes y Paso de la Patria, provocando la evacuación de más pobladores ribereños por el anegamiento de nuevas zonas y la clausura preventiva de otras. En las zonas ribereñas del Chaco, la creciente también continuó avanzando en las últimas horas y llevó a aproximadamente 2.000 la cantidad de personas evacuadas, si bien en esta provincia se cree que ya pasó lo peor y la situación tenderá a normalizarse lentamente.
En la madrugada, el río alcanzó frente a las costas de Corrientes los 7,14 metros, cinco centímetros más de los 7,09 con los que se había estacionado en la tarde del lunes. En Paso de la Patria, en tanto, a las 9 de la mañana trepó a los 7,53, llevando muchos más inconvenientes a quienes trabajan en la construcción de barreras para frenar las aguas en el costero barrio De los Pescadores, donde la mayoría de las casas son de fin de semana y hay viviendas con un metro y medio de agua en sus interiores. Hoy a las 7 de la mañana el intendente de Paso de la Patria, Oscar García, llegó a Corrientes para reunirse con el gobernador Ricardo Colombi para acordar el envío de ayuda a los evacuados y máquinas y equipos para trabajar en la contención del río.
En Chaco, la cifra oficial de evacuados es de algo más de 1.600 personas, pero fuentes de Prefectura le dijeron a Clarín que si se consideran las familias que decidieron abandonar sus casas por su propia cuenta, los afectados superan los 2.000.
Esta mañana, el Paraná había alcanzado en Barranqueras una altura de 6,96 metros, medio metro por encima del nivel de evacuación de las poblaciones costeras, por lo cual desde el fin de semana pasado cientos de familias están alojadas en albergues oficiales. Se trata de habitantes de áreas ribereñas de Barranqueras y Puerto Vilelas, dos localidades del Gran Resistencia recostadas sobre el Paraná. Pero también hubo algunos evacuados en el Departamento Bermejo, en el noreste de la provincia, por la crecida del río Paraguay.
A las 9 de la mañana Andresito e Iguazú, los puertos misioneros del norte que se toman como referencias, indicaron una tendencia de bajante, 8 centímetros el primero y 30 el segundo. Y las autoridades chaqueñas consideran que la crisis ya llegó a su punto más alto, pero lo que preocupa son las perspectivas climáticas. En la región se pronostican lluvias y tormentas a partir de mañana por la tarde y durante jueves y viernes, un escenario que podría obligar a más evacuaciones y abrir un nuevo frente de alerta.
Hasta ahora esta inundación, que podría considerarse esperable cada quince años, es la tercera en magnitud de las últimas décadas. Está aún por debajo de las de 1983 y 1998, pero su final aún está lejos de verse.
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