El Gobierno de Colombia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) rubricaron un acuerdo de cooperación e intercambio de información que no implicaría presencia de tropas ni bases militares de la Alianza Atlántica en el país suramericano.
El Acuerdo de Información y Seguridad no reconoce formalmente a Colombia como un socio de este bloque, sino que constituye un primer paso para la futura cooperación en el campo de seguridad.
Además, facilitará la participación colombiana en una serie de actividades de la Alianza, integrada por 28 países, la mayoría de ellos potencias militares de Occidente.
El pacto no se trata de habilitar la llegada de fuerzas de esa organización a territorio colombiano, como llegaron a plantear algunos mandatarios de la región cuando se oficializaron las aproximaciones entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la OTAN hace un mes, según El Tiempo.
Colombia «apuesta a compartir experiencia de la lucha contra el narcotráfico, grupos terroristas y otros delitos que cometen las organizaciones del crimen organizado transnacional», explicó el ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, durante la firma de acuerdo, citaba Efe.
En concreto, lo pactado contempla el intercambio de información de seguridad clasificada en materia de narcotráfico, capacitación y asistencia en operaciones humanitarias y de paz, además de que Colombia podría participar en diversas actividades de la OTAN.
El acuerdo es el primero en su tipo que la Alianza Atlántica suscribe con un país latinoamericano.
Para entrar en vigencia el convenio tendrá que ir primero a control político (Congreso) y luego jurídico (Corte Constitucional), explicaba a este diario José Gregorio Hernández, expresidente de la Corte Constitucional colombiana.
Sin embargo, el exmagistrado cree que Santos argumentará que este pacto es de forma simplificada y no necesita ir al Congreso, por lo que puede presentarse un nueva polémica entre la Justicia y el Gobierno.
En 2009, Colombia suscribió un acuerdo con EEUU que habría permitido a las tropas norteamericanas el uso de instalaciones militares, pero en 2010, ya con Santos en la Casa de Nariño, la Corte Constitucional de Colombia consideró inviable el acuerdo con Washington.
Por el momento lo detalles precisos del pacto se desconocen, pero ante la ola de críticas de los países de la ALBA -y sobre todo Venezuela-, Bogotá desestimó que pudiera ingresar a este bloque militar ya que no cumple con el principal requisito para la adhesión: tener acceso al océano Atlántico norte.
La canciller colombiana María Angela Holguín precisó que lo que está haciendo el Gobierno de su país es «compartir alguna información de cómo funcionan y operan los carteles en América Latina y otros sitios del mundo», resaltó AFP.
Desde ahora la OTAN tendrá información clave sobre las rutas de drogas que desde Latinoamérica parten hacia África subsahariana y luego entran a Europa, donde Venezuela se ha convertido en principal punto de partida, según la DEA.
Fuente: El Universal