Dólar blue visto desde la prensa extranjera

dolar blue
Una vidriera ofrece descuentos y muestra las tasas de cambio del dólar, real y euro paralelos aceptados en un negocio de la calle Florida de Buenos Aires.
Un informe para medios internacionales de la agencia de noticias AP describe cómo el dólar libre alegra y preocupa por igual a argentinos y turistas.

Mientras caminan por la turística calle Florida de Buenos Aires Edjane y Michele miran encandiladas las vidrieras donde se exhiben chaquetas y zapatos de cuero. Con la jugosa cantidad de pesos argentinos que obtuvieron en el mercado negro de dólares pueden darse más de un gusto y comprar a un precio mucho más barato que en su natal Brasil.

«Encontramos diferencia con la comida, los perfumes, los zapatos… con casi todo», dijo a The Associated Press Edjane Mendes, de 27 años. Ella y su amiga, Michele Aline, de 19, son de San Pablo y estudian en Buenos Aires, donde encuentran diferencias de precio de al menos 20% en algunas prendas de ropa. Ambas admitieron que cambian dólares a vendedores ilegales de divisas de la calle Florida que se han convertido en sus suministradores confiables de pesos.

Los desequilibrios del mercado cambiario local han generado tensiones con los países vecinos, que están dañando la frágil alianza dentro del bloque comercial del Mercosur. La brecha cambiaria ha avivado la astucia de uruguayos, paraguayos y brasileños que sacan ventaja de la situación, lo que se ha constituido en un quebradero de cabeza para sus gobernantes.

Según el vicepresidente uruguayo Danilo Astori, en Argentina «ya existe» un proceso devaluatorio «muy importante» debido a la diferencia cambiaria entre el dólar oficial y el informal. Con este país «cada día hay una dificultad nueva», se quejó recientemente el funcionario en declaraciones a la prensa.

Cuando Argentina restringió la compra de divisas a fines de 2011 surgió un «dólar blue» o informal que ha ido ganando valor respecto del oficial. Ello ha mejorado sensiblemente el poder adquisitivo de los vecinos sudamericanos que con sus dólares cambiados en el mercado negro adquieren en este país bienes a precios más baratos que en sus países de procedencia.

Las autoridades argentinas restringieron en noviembre de 2011 la compra de dólares para frenar la incesante fuga de capitales y atesorar reservas, lo que hace muy difícil la adquisición de la divisa en el mercado oficial de cambios. En la actualidad sólo está permitida su compra para viajar al exterior y muchas veces se deniega su adquisición sin explicaciones.

La fuga de la divisa estadounidense, que alcanzó unos 22.000 millones de dólares hace dos años, se debió en parte a la desconfianza en la economía local, la aceleración de la inflación y la tendencia de muchos argentinos a depositar su dinero en el exterior -por ejemplo en Uruguay – por temor a las crisis recurrentes y la confiscación de ahorros.

Las reservas han ido disminuyendo paulatinamente y al 7 de junio estaban en 38.598 millones dedólares, según la última cifra oficial del Banco Central.
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