ENNISKILLEN, Reino Unido — Los dirigentes del G8 de potencias industrializadas (G8), profundamente divididos sobre Siria, querían mostrar este martes un frente unido para dar un nuevo golpe a los paraísos fiscales, en el segundo y último día de su cumbre anual en Irlanda del Norte.
Los jefes de Estado y de Gobierno de las ocho potencias seguían tratando de consensuar una declaración común sobre el conflicto sirio, a pesar de las divergencias que mostraron la víspera en el primer día de cumbre el el lujoso complejo de Lough Erne.
Los occidentales se toparon el lunes con un presidente ruso, Vladimir Putin, determinado a respaldar firmemente el régimen sirio de Bashar Al Asad. Tras un encuentro bilateral con su homólogo ruso, el presidente estadounidense, Barack Obama, se limitó a decir que las grandes potencias seguirían «trabajando sobre la posibilidad» de organizar una conferencia de paz sobre Siria, la llamada ‘Ginebra 2’.
La discusión se extendió por tanto a la segunda jornada de la cumbre, en la que parecía haber un acuerdo en perspectiva sobre el contenido del comunicado conjunto, según un diplomático. Los negociadores, de acuerdo con fuentes cercanas a las conversaciones, buscaron un terreno común de entendimiento para una declaración a ocho sobre los temas menos polémicos, como el apoyo a la organización de Ginebra 2, la urgencia de la ayuda humanitaria, el rechazo al uso de armas químicas y la necesidad de una transición política ordenada.
– «IMPULSO» CONTRA LA EVASIÓN FISCAL
La crisis siria eclipsó otros temas abordados en esta cumbre.
El primer ministro británico, David Cameron, anfitrión de la reunión, debía tratar sin embargo de poner énfasis en una de las principales prioridades de su presidencia ‘pro tempore’ del G8, la lucha contra la evasión fiscal que hace perder cada año un billón de euros a Europa y hasta 30 billones de dólares a todo el planeta.
El G8 quiere dar «un impulso» y mantener «la presión política» tras los avances espectaculares de los últimos meses, explicó un diplomático británico. Según un alto responsable europeo, «Cameron fue muy combativo en esta cuestión y muy positivo», y el G8 debería mostrar su «unanimidad» para obtener resultados bastante rápidos.
Cameron no recibe a sus huéspedes con las manos vacías porque el sábado obtuvo que 10 territorios de ultramar británicos y dependencias de la Corona, a menudo notorios paraísos fiscales como Bermudas o las islas Caimán, se unieran a la convención multilateral sobre intercambio de información fiscal. «Es un paso importante, ahora es necesario que los otros países del G8 pongan también orden en sus casas», estimó Elisa Bacciotti, de la organización no gubernamental Oxfam. Bacciotti subrayó al margen de la cumbre que el G8 «son más de 15 paraísos fiscales alrededor de la mesa», con los territorios británicos, Mónaco y Andorra para Francia o el Estado estadounidense de Delaware.
Según una ‘declaración de Lough Erne’ obtenida por AFP y que debería ser publicada al final de la cumbre, el G8 insta a los países del mundo a «intercambiar automáticamente las informaciones para luchar contra la lacra de la evasión fiscal». Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia se comprometen en el borrador a hacer de este intercambio automático, considerado como el arma letal contra los paraísos fiscales, el «nuevo estándar mundial».
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó este martes al G8 una ‘hoja de ruta’ en cuatro etapas hacia «un sistema realmente multilateral» de intercambio automático, con avances posibles antes de mediados de 2014. El proyecto de comunicado final prevé también la publicación, por parte de cada Estado, de «planes de acción nacionales» para que «la información sobre quién posee y se beneficia realmente de las empresas y ‘trusts’ sea accesible» para las administraciones fiscales. Hasta el final, no era seguro que el G8 atacara a los ‘trusts’, esas entidades jurídicas anglosajonas que permiten ocultar a los beneficiarios de una inversión ‘offshore’ haciendo ineficaz cualquier lucha contra los paraísos fiscales.
En cambio, las ONG’s no consiguieron que se aprobara su reivindicación principal: la creación de registros públicos abiertos a todos, con información sobre los beneficiarios de estas sociedades. Estados Unidos, Canadá y Alemania bloquearon este avances, según fuentes cercanas a las negociaciones.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, participaba en un almuerzo de trabajo con los líderes, una invitación que según él representa «una gran oportunidad de proyectar lo que viene haciendo» su gobierno en materia de reformas desde que asumió el poder en diciembre pasado. México, que tiene ya un acuerdo de intercambio de información automática con Estados Unidos, está interesado en suscribir otro similar con los países del G5 europeo (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España), que en abril acordaron intensificar la lucha contra la evasión fiscal.
Antes de partir este martes de Lough Erne, los dirigentes abordarán con el primer ministro libio, Alí Zeidan, la cuestión de la seguridad en Libia, en particular en el sureste del país, donde los occidentales temen «otro Malí» debido a la presencia de ‘yihadistas’ armados.