Angeles tenía 16 años. El lunes salió de la clase de gimnasia y desapareció camino a su casa de Palermo. Su cuerpo fue hallado entre la basura, en José León Suárez. La habrían violado
Angeles Rawson tenía 16 años y una vida normal, que fue abrupta y salvajemente arrebatada por alguien que la raptó, estranguló con una soga y tiró su cuerpo atado de pies y manos a la basura. Así apareció, dentro de una bolsa, en un predio de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana (Ceamse) de la localidad bonaerense de José León Suárez, a donde lo trasladó un camión de basura. Aunque se esperan los resultados de la autopsia para confirmarlo, se cree que también fue violada.
La adolescente, que es sobrina de un periodista de Telefé Noticias, había desaparecido el lunes por la mañana, pero el caso recién se reportó oficialmente en horas de la noche, cuando no volvió a su casa del barrio porteño de Palermo.
Angeles fue vista por última vez cerca de las 10 de la mañana del lunes, después de que salió de una clase de gimnasia del colegio privado Virgen del Valle, cerca del predio del Ceamse en Colegiales, ubicado en Cramer entre Concepción Arenal y Matienzo.
“Caminó con sus compañeras hasta Costa Rica y Dorrego”, relató su tía Cecilia, agregando que se despidió de sus compañeras diciéndoles que iba a su casa ubicada a 8 cuadras, en Ravignani entre Paraguay y Santa Fe. “Voy a comer y vuelvo”, fue su última frase.
“Todos los lunes”, dijo su tía, Angeles “iba a su casa a almorzar, a la tarde al colegio (situado en Jorge Newbery 2880), después a la Cultural Inglesa (a estudiar el idioma) y volvía a las nueve de la noche”. A esa hora su familia notó la ausencia, cuando la pareja de la madre fue al cuarto de la joven y encontró la mochila del colegio.
Lo primero que hicieron fue llamar al celular de la menor, que no atendía; luego se comunicaron con las amigas y se enteraron de que no había ido al instituto. De inmediato radicaron la denuncia en la comisaría 31, mientras lanzaban una búsqueda por redes sociales.
La fiscal de Saavedra Paula Azzaro abrió una investigación para encontrarla, pero nada se supo hasta las 11.30 de la mañana de ayer, cuando se halló un cadáver en el predio de selección y reciclado de la Ceamse de José León Suárez.
El cadáver había sido trasladado en un camión de la Ceamse de Colegiales hasta el predio central de esa localidad del partido de San Martín, donde se tratan residuos sólidos de la Capital Federal y partidos del conurbano.
Cuando el personal de clasificación de la planta III se puso a trabajar, descubrió que en una de las bolsas estaba el cadáver de una chica con el uniforme de Educación Física del Virgen del Valle: pantalón y buzo verdes, zapatillas blancas y un pulóver verde claro.
Estaba atado de pies y manos, con una bolsa plástica de supermercado en la cabeza, sujeta alrededor del cuello por varias vueltas de una soga que también usaron para atarle los pies y las manos.
Anoche, allegados, vecinos y compañeros de la chica pidieron justicia en Colegiales.
“Este es un lugar transitado, es raro que desaparezca de día”, dijo una compañera de Angeles, asegurando que en la escuela planean no volver a hacer gimnasia en ese predio lindero a la Ceamse.
Pistas: el llamado a un banco y una recarga de 50 pesos
Los investigadores reconstruyen las últimas horas de Angeles Rawson. Y hay algunas pistas: a las 9.43 la empresa de telefonía celular informó que desde el aparato de la chica se hizo una llamada a una entidad bancaria que duró unos 10 minutos; a las 10.59 se hizo una recarga virtual de 50 pesos y a las 21.49 el teléfono se apagó.
Mientras se esperan los resultados de la autopsia para saber la hora de la muerte, si hubo o no ataque sexual y obtener algún rastro del o los homicidas, la justicia ordenó anoche allanar el predio de la Ceamse de Colegiales. Quieren el nombre de todas las personas que entraron o salieron de allí en las 30 horas previas al hallazgo del cuerpo. También se analizaban imágenes captadas por cámaras de seguridad de la zona.
Los peritos buscaron pruebas, además, en el sector del Ceamse de José León Suárez donde fue encontrado el cadáver: está en el área final del predio, donde se examina la basura que llega en un proceso totalmente mecánico, después de que se vuelca la carga de los contenedores en una tolva, la levantan con palas mecánicas y la llevan en camiones a otra planta, donde arrojan los desechos en cintas transportadoras hasta llegar a la inspección final. Sobra decir que los restos (y evidencia) se contaminaron.
“Sólo acceden camiones chequeados y habilitados”
Alfredo Vega, vocero de la Ceamse, aseguró que en la planta de Colegiales (desde donde salió el cuerpo de Angeles) hay movimiento casi las 24 horas, aunque la mayor actividad se da durante la noche. Explicó también que allí sólo acceden camiones «chequeados y habilitados», mientras que al predio anexo únicamente ingresan «los chicos autorizados que hacen gimnasia allí».
Cuando le preguntaron si alguien quería entrar al predio violando el cerco, el vocero sostuvo que «para eso está personal de seguridad».
Señaló que no entra gente común sino «camiones en forma permanente» que, tras pasar por una garita, suben a un primer nivel por una rampa, «descargan en una tolva» hasta que se completa el camión de un mayor porte que se dirige hacia José León Suárez.
El triste recuerdo de Lucila Yaconis
Aunque nada está descartado, la hipótesis más firme es que el crimen ocurrió en la ciudad de Buenos Aires, con un ataque sexual como móvil. No obstante, rastrean pistas en el correo electrónico y el Facebook de la víctima. El caso de Angeles hizo recordar inmediatamente al homicidio de Lucila Yaconis (17, foto), asesinada cuando se resistió a ser violada a pasos de su casa, en el barrio porteño de Núñez. Su caso, aún impune, ocurrió el 21 de abril de 2003, cuando Lucila volvía del Instituto General San Martín, con su uniforme.
Investiga la justicia porteña
La denuncia del hallazgo del cuerpo se hizo en la comisaría Quinta de José León Suárez, tras el alerta de los operarios de la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico ubicada del Complejo Ambiental Norte III de esa localidad. Allí acudió luego el fiscal de San Martín Héctor Scebba, aunque la causa quedó en manos de la fiscal porteña María Paula Asaro, quien tenía la denuncia por la desaparición.
Fuente: Diario HOy