Las vivencias de Bebu Girolami

GirolamiEl piloto de Isla Verde ganó en Posadas; Torino logró el 1-2 con Josito Di Palma, 2°; Chevrolet sigue sin aparecer adelante: Rossi, 10º

«¡Qué suerte! ¡Mirá cómo se largó ahora!», decía Néstor Girolami en la sala de conferencia de prensa, tras la final del TC. Afuera, la tormenta se desataba con fuerza, como suele ser en la provincia norteña. La carrera fue amenazada por el clima, con una llovizna que fue intrascendente para la competencia, y por los pronósticos, que alertaban del agua cuando teóricamente la prueba promediaba su desarrollo. Al margen de la sonrisa por el retraso de la lluvia que complica con la tierra colorada y que mancha hasta lo que no se moja, Girolami se siente protagonista de la categoría. Por afianzarse con un andar contundente, por sus logros y por su proyección, ya se considera un firme pretendiente a pelear por la corona.

Vaya si vivió situaciones nuevas en los últimos tiempos el piloto de Isla Verde, estudiante de abogacía y dueño de un estilo personal en el mundillo del automovilismo nacional. LA NACION lo encontró en el predio de Villa Carlos Paz, donde comenzó el último Rally de la Argentina, por el Mundial. «Jamás vine a ver el rally. Estoy muy sorprendido por todo lo que mueve y el clima que se genera. Y además vengo a ver a Sebastien Loeb en su despedida», comentó aquella vez.

A los pocos días viajó a Europa. Vivió bien de cerca el GP más glamoroso de la Fórmula 1, en las monegascas calles donde todo reluce en un marco incomparable. Allí también compartió vivencias con los argentinos que compiten en las categorías teloneras de la máxima. Y a su regreso, en el TC, se reencontró con el triunfo. El que no experimentaba desde la carrera en San Martín, Mendoza, en 2012.

«Fue muy importante jugarse todo en la serie. Corría contra Pechito López, el gran candidato, pero sabía que si me arriesgaba por dentro en los primeros metros podía tener mi chance», explicó el cordobés tras doblegar a su comprovinciano. Sabía que allí tenía buenas chances de ganar.

Como suele suceder últimamente en el automovilismo argentino, el que parte adelante llega primero. Y así fue. El Torino de Girolami fue inalcanzable para otro Torino, el de Josito Di Palma, que con una actuación silenciosa y sostenida logró su tercer podio consecutivo. «Veía que se venía el agua. La llovizna parecía que iba a complicar. Por eso cambié el balanceo de los frenos, los pasé hacia atrás así estabilizaba el auto», fue la explicación técnica de «Bebu».

Si en los últimos tiempos vivió sensaciones únicas, en el Turismo Carretera Girolami también vivenció diversas circunstancias. Y no todas felices. Las deportivas, con su irrupción en aquel triunfo en Trelew, donde estampó su firma en la lista de ganadores. También estuvo envuelto en la polémica, cuando en Paraná se llevó la victoria que le cedió en los últimos metros Mauro Giallombardo, compañero de equipo, pero de diferente marca. Y la que marcó a fuego en su vida, aquel golpe en Balcarce y la fatalidad que se llevó la vida de Guido Falaschi…

La prueba tuvo su atractivo atrás, con los roces y despistes. Parece mentira que en 2013 aún se vean golpes contra un talud. Fue el que protagonizó Gabriel Ponce de León, que por poco no fue impactado luego por el descontrolado Ford de Diego Aventin, que también se había despistado.

En el dominio de los motores Cherokee (dos Torino adelante, seguidos por los Dodge de Pechito López y de Esteban Guerrieri, en su mejor actuación en el TC por resultado), Chevrolet sigue lejos de la pelea por la punta. El mejor representante fue Matías Rossi, 10º. El mismo puesto que ocupa en el campeonato como mejor Chevrolet.

El Turismo Carretera pasó por Posadas con el tercer reglamento técnico del año (después de Termas de Río Hondo volvieron las cargas y la quita de 15 kg a los Chevrolet) y Girolami se llevó la victoria. La que necesita para considerarse candidato pleno, por la obligatoriedad del triunfo. Pero con la convicción de mantenerse competitivo para apuntar a los playoffs. La meta de todo piloto ganador que ahora pensará más en los puntos que en otra victoria…

4 fueron los triunfos de Girolami en el TC.: en Trelew, Paraná, San Martín (Mendoza) y Posadas.
2 Torino llegaron adelante en la final. La última vez fue el 3 de mayo de 2009, con José María López y Ariel Pacho, en Termas de Río Hondo.
2 Torino largaron en la primera fila de la mano de Girolami y Di Palma. La última vez había sido en la Vuelta de Santa Fe de 1974, con Eduardo Giordano y Francisco Espinosa.
10 competencias sin victorias de Torino en el TC. La anterior, con Norberto Fontana, en Junín, en 2012.
DEL LINCOLN, SÓLO GIALLOMBARDO

Los tres pilotos del Lincoln Sport Group fueron sancionados con largar desde los últimos puestos en cuatro carreras, por supuestas pruebas en la ruta con un TC. El único que apeló la medida fue Mauro Giallombardo, actual campeón, por lo que arribó 9º.

Los otros dos pilotos abandonaron. Mariano Werner desertó en la primera vuelta, tras encajarse en una cama de leca. Juan Bautista De Benedictis, tras partir desde atrás marchaba 27º. Pero en la 17ª vuelta, rompió el motor que alista su padre, Johnny.

En una maniobra con roce, Christian Ledesma (Chevrolet), criticó a Giallombardo, que lo tocó en el sobrepaso: «Así como se excede con la boca se excede en la pista». Otro cruce fue entre Diego Aventin y Josito Di Palma. Tras un toque, el primero, muy enojado, bramó: «Fui a pedirle disculpas por el roce y me dijo que me iba a cortar la cabeza». El piloto de Ford minimizó el hecho: «Sólo le dije que estaba mal de la cabeza»..

Fuente: La Nación