La Casa Blanca defiende el espionaje de millones de llamadas telefónicas

President Barak Obama
La Administración Obama considera que la recopilación de registros telefónicos ha sido un factor vital en la lucha antiterrorista.

Un nuevo escándalo de espionaje, que afecta a la privacidad de millones de ciudadanos estadounidenses, puso ayer a la defensiva a la Administración Obama, ya señalada por otros casos que cuestionan su respeto de los derechos civiles (abuso de la Agencia Tributaria sobre grupos republicanos y espionaje sobre periodistas para castigar filtraciones oficiales). Mediante orden «top secret», la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), dedicada a la captación de comunicaciones, y el FBI tienen acceso diario a los datos de millones de llamadas que se realizan tanto dentro de EE.UU. como de llamadas exteriores a números estadounidenses. Así lo vino a confirmar ayer la propia Administración, que precisó que la información obtenida contiene los números telefónicos, la localización de las llamadas y su duración, pero no la identidad de los titulares de las líneas, ni tampoco el contenido de las conversaciones.

«Es una herramienta crítica para proteger a la nación de amenazas terroristas contra Estados Unidos», justificó un portavoz, en medio de protestas de grupos de defensa de los derechos civiles. Diversos políticos republicanos cerraron filas con la Administración, mientras que hubo demócratas que se pronunciaron en contra. Ambos grupos, en todo caso, contaron con voces discrepantes.

Verizon
El equipo de Obama, que defendió la legalidad de tal actividad, hizo ese reconocimiento indirecto sin pronunciarse sobre la autenticidad de una orden judicial, obtenida por el diario «The Guardian», que requería a la operadora Verizon, una de las dos grandes compañías teléfonicas de EE.UU., la entrega de los registros de llamadas de sus usuarios. Verizon, sin poder confirmar los extremos apuntados, por su carácter secreto, indicó que la empresa está obligada a facilitar la información requerida por el juez.

La orden, tramitada ante el Tribunal de Supervisión de Inteligencia Exterior para un periodo de noventa días (del 25 de abril al 19 de julio), es la renovación de anteriores instrucciones similares. Se desconoce si la práctica afecta también a otras compañías telefónicas, pero es probable. Verizon cuenta con 121 millones de clientes: 99 millones lo son de telefonía móvil y 22 millones de líneas fijas.

Acogiéndose a la Ley Patriot, que tras el 11-S de 2001 puso en marcha todo el aparato legal de la guerra contra el terrorismo, Bush inició en 2006 una controvertida política de supervisión de llamadas telefónicas. A partir de 2008 una enmienda requirió ordenes judiciales. Nunca hubo reconocimiento oficial de esa actividad. La prueba ahora aportada es la confirmación de la mayor operación de espionaje sobre actividad privada de los ciudadanos estadounidenses.

Normalmente, los tribunales especiales para este tipo de órdenes aceptan requerimientos que afectan a personas o grupos específicos, pero no una supervisión indiscriminada de gran parte de la población. Otra novedad respecto a otros registros de llamadas relacionados con terrorismo, es que normalmente afectaban a conexiones internacionales, mientras que esta vez se incluyen todas las llamadas domésticas.

«Esto permite descubrir si terroristas sospechosos o conocidos han estado en estado en contacto con otras personas que pueden implicarse en actividades terroristas, particularmente dentro de EE.UU.», indicó el portavoz.

Sin identificación
En la orden obtenida por «The Guardian» se indica que no se requiere el contenido de las conversaciones ni la identidad de quienes las sostienen. También se especifica, insistiendo en su carácter secreto, que «nadie debe revelar a otra persona que el FBI o la NSA han buscado u obtenido nada tangible», más allá de los jueces o las personas implicadas en la actividad de recopilar la información telefónica.

«En la era digital, la privacidad debe ser una prioridad. ¿Soy solo yo o la vigilancia secreta general es obscenamente escandalosa», escribió ayer en Twitter el exvicepresidente Al Gore. «Es una revelación sorprendente», indicó el Brennan Center of Justice. «Esto sugiere que el Gobierno ha estado compilando datos sobre las asociaciones entre estadounidenses y posiblemente incluso de sus movimientos», de acuerdo con este centro.

El FBI accede a los servidores de Google, Facebook…
Tanto el FBI como la Agencia de Seguridad Americana (NSA), tienen aceso a todos los servidores de las grandes plataformas de internet; Google Facebook, Yahoo, Microsoft, etc, según publican «The Washington Post» y «The Guardian». A partir de un programa secreto, conocido en clave como «PRISM», las agencias de seguridad se conectan desde 2007 a los servidores de las grandes plataformas para controlar los mensajes, documentos o archivos de cualquier usuario sobre el que supongan que se halla en el extranjero.
abc.es