El «Loeb, Loeb, Loeb» que gritó el público le puso un marco festivo a cada ingreso del francés Sébastien Loeb al parque de servicio de Villa Carlos Paz, el corazón de la 33ª edición del Rally de la Argentina.
Esa algarabía demostrada por la gente que se abarrotó frente al sector de asistencia de Citroën, de algún modo, confirmó por qué este talentoso piloto eligió a nuestro país como parte de su reducido programa de competencias antes de retirarse definitivamente de la especialidad a fin de este año. «Fui a Montecarlo porque es un clásico, a Suecia porque se realiza en nieve y me despediré en Francia porque es mi casa. Tenía que optar por una carrera sobre tierra y Argentina siempre me gustó. Se realiza por caminos muy lindos, a Citroën le interesa mucho este mercado y hay un gran entusiasmo de la gente», contó «Seb» en la previa, tal vez intuyendo que sus seguidores no perderían la oportunidad de homenajearlo en cada momento porque sabían que se trataba de su fiesta despedida. Por eso hubo cantitos, carteles alusivos y otras demostraciones de afecto, como la de ese señor que le estampó un beso en el cachete cuando se le acercó para firmarle un autógrafo.
Loeb, por su parte, retribuyó tanta pasión como mejor sabe: logrando la victoria, la octava consecutiva en esta tradicional prueba mundialista. «No elegí esta carrera porque fuese fácil. Al contrario, es difícil. Si quisiera sentirme cómodo en una competencia para ir por el triunfo, elegiría una sobre asfalto», reconoció con cierta humildad.
Si bien la carrera comenzó con el dominio de su tocayo y compatriota Sébastien Ogier (VW), una magnífica segunda etapa le permitió alcanzar el primer puesto y terminar la jornada con casi 40″ de ventaja sobre «Seb II». «Aceleré mucho porque quería tener un último día tranquilo», explicó.
Con Ogier pensando más en la lucha por el título (el finlandés Mikko Hirvonen, el otro piloto de Citroën que lucha por la corona, venía retrasado), para Loeb ganar se convirtió en un trámite. ¿Pero fue especial vencer a Ogier con quien supuestamente tiene un gran duelo? Él respondió. «Los medios crearon esa rivalidad porque necesitan algo que sea interesante. No hay una rivalidad a nivel personal entre nosotros. Gané nueve títulos y estoy seguro que él ganará su primer campeonato este año y me tomará la posta», sentenció.
– Dijiste que en la Argentina siente mucho afecto de parte del público… ¿Hay alguna otra carrera en la que suceda lo mismo?
-Sí, el Rally de Francia. Ahora se hace en la ciudad de donde soy originario y hay un montón de fans en esa región, además tengo mi familia y mis amigos. Diría que Argentina y Francia son las únicas fechas de todo el campeonato en las que siento tanto entusiasmo.
– Hay muchos pilotos que te consideran el mejor de la historia, ¿qué pensás?
– Me conmueve que digan eso. Es muy amable de su parte. Yo siempre trato de dar lo mejor y hace mucho tiempo que lo hago de esa manera. Si realmente mis rivales piensan eso, lo tomo como un cumplido. – ¿Y vos te considerás el mejor de la historia?- Realmente no lo sé. Es muy difícil comparar las distintas épocas del Mundial de Rally. No trato de compararme con otros pilotos, pero lo que sí puedo decir es que estoy contento de mis logros. – ¿Qué te llevó a decidir dejar el rally?-No es que me cansé, pero en algún momento de la vida tenía que tomar esta decisión. Ya gané nueve títulos, muchas carreras. Tenía ganas de hacer otras cosas y de pasar más tiempo en mi casa. Fue un conjunto de motivos que me llevaron a tomar esta decisión, que fue muy meditada.
– ¿Y no tenés miedo de retirarte y de que luego te den ganas de volver, como sucedió con Michael Schumacher?
– Si mi intención fuese volver en algún otro momento, lo mejor sería no dejar la categoría. Creo que cuando Schumacher se retiró lo hizo con la intención de no volver. En mi caso, no creo que me pase eso porque encontré nuevos desafíos. No creo que vuelva, al menos no está en mis planes hacerlo.
Fuente: La Gaceta