Los datos ofrecidos por el telescopio espacial, que esta semana finalizó su misión, se analizarán durante años
Marielba Núñez
5 de mayo 2013 – 12:55 am
El Observatorio Espacial Herschel, una de las misiones más ambiciosas de la Agencia Espacial Europea, ofreció sus últimos datos científicos. El suministro de helio líquido, vital para enfriar los instrumentos a bordo, se agotó, lo que obligó a poner fin a la operación científica, informa un comunicado que emitió esta semana el organismo de investigación.
En casi cuatro años de funcionamiento, Herschel no sólo investigó galaxias y estrellas distantes, uno de los objetivos principales con los que nació. La misión también aportó sorprendentes datos sobre el sistema solar. Por ejemplo, las indagaciones en el cometa Hartley 2 permitieron a los científicos descubrir agua con una composición similar a la de los océanos de la Tierra. «Esto refuerza la teoría de que buena parte de los océanos de nuestro planeta se originaron por el impacto de cuerpos como esos“, señala la astrofísica venezolana Miriam Rengel, del Instituto de Investigaciones Max Planck de Alemania, quien formó parte del diseño y de la puesta en marcha del telescopio.
El instrumento, que fue lanzado el 14 de mayo de 2009, estaba equipado con el mayor espejo enviado al espacio, con un diámetro de 3,5 metros. Una de sus características principales es la sensibilidad para captar el infrarrojo, lo que facilitaba la tarea de observar cuerpos lejanos. Para que los instrumentos funcionaran adecuadamente, era necesario el equipamiento con helio, que ayudaba a mantener los equipos en las temperaturas extremadamente frías a las que funcionaban, es decir, a -273 grados Celsius.
Objetos lejanos. Rengel también señala que, gracias al Herschel, los investigadores determinaron las propiedades y el tamaño de varios objetos que orbitan más allá de Neptuno, remanentes del disco originario a partir del cual se formó el sistema solar.
Otro hallazgo impactante fue el descubrimiento de un gigantesco anillo de vapor alrededor de Saturno, formado por el agua que sale expedida desde su satélite, Encelado. «También fue posible identificar por primera vez el compuesto isocianuro de hidrógeno en la compleja atmósfera de Titán“, agrega.
Aunque muchas de las investigaciones hechas gracias al Herschel han sido publicadas en revistas científicas, aún quedan muchos datos por analizar. «Esto nos mantendrá muy ocupados por años“, añade Rengel.
Recuadro 1
Talento criollo
La astrofísica venezolana Miriam Rengel, quien se formó en la Universidad Simón Bolívar y la Universidad de los Andes, es una de las integrantes del equipo de Herschel especializado en la calibración del espectómetro de alta resolución conocido como HIFI. La científica señala que, una vez agotado el helio que mantenía el telescopio, las comunicaciones terrestres continuarán por un tiempo más para realizar algunas pruebas técnicas, antes de extinguirse. “En mayo de 2013, la nave espacial será impulsada a una órbita estacionaria estable a largo plazo, alrededor del Sol», añade.
Señala que actualmente la ESA planifica varias misiones espaciales, entre ellas programas como Cheops (un satélite para caracterizar exoplanetas), Solar Orbiter (que se dedicará a estudiar la física solar), Euclid (que investigará la materia oscura) y Juice (una misión para explorar Júpiter y algunas de sus lunas).
La cifra
35.000
observaciones científicas han sido posibles con el Observatorio Espacial Herschel. Los datos forman parte de 600 programas de investigación.
Fuente: http://www.el-nacional.com/