Píparo: la defensa del “tirador” Moreno pidió la libre absolución

Cuestionó el reconocimiento que hizo Carolina de su asistido. Dijo que dio tres versiones distintas del autor del mortal disparo. Criticó la legalidad de los allanamientos policiales

Carlos Moreno es el más complicado de los siete acusados. La propia víctima, Carolina Píparo, lo marcó en pleno juicio como la persona que le disparó a quemarropa, estando ella indefensa, en la salvaje salidera del 29 de julio de 2010. Producto de ese balazo, una semana después moriría el bebé Isidro.

Ayer, su defensora oficial, María Vigorelli, pronunció el alegato. Y ante el Tribunal en lo Criminal II de La Plata pidió la absolución. Cuestionó el reconocimiento de Carolina y la legalidad de los allanamientos.

Para Vigorelli «no surgieron elementos suficientes que avalen la acusación» y a su vez “Carolina Píparo se contradijo”.

«Al principio del debate dijo que no podía reconocer a quien le disparó, pero sí quién no le disparó y señaló al imputado Carlos Jordán Juárez. Luego dijo que sí, por los pocitos en la cara era Moreno, y por último dijo que lo reconoció por la voz», aseveró la defensora oficial de pobres y ausentes designada en nombre del estado.

Vigorelli precisó que «estos distintos estadios hace que la individualización de Moreno sea insegura» y enfatizó que Carolina llegó al juicio sin haber realizado una rueda de reconocimiento de los detenidos en la etapa de instrucción.

«Estas contradicciones sustanciales –subrayó- impiden usar sus declaraciones como un elemento de cargo, estas contradicciones demuestran que Carolina Píparo ha ido transitando por distintos estadios como para tener por indubitable el reconocimiento».

La funcionaria judicial remarcó que ese reconocimiento de la víctima «es insuficiente» para fundar un fallo condenatorio «con certeza».

«Tres testigos presenciales no reconocieron a Carlos Moreno como el que disparó a Píparo: Tomás Trebec, María de los Ángeles Muñoz y María Emma Cometta. Ellos reconocieron a otra persona», detalló la defensora oficial, en referencia a que los tres nombrados señalaron al acusado Carlos Burgos como el tirador. Asimismo, Vigorelli puso de relieve que ese reconocimiento fue hecho «el mismo día del hecho» y tras destacar que «tienen valor indubitable» precisó que se trató de testigos que, como el caso de Trebec «no fue parte y no tiene relación con Píparo o con Burgos».

La defensora criticó los procedimientos y allanamientos que en la etapa de instrucción llevaron a la detención de Moreno. Dijo que se efectivizaron «a raíz de una denuncia anónima del 911 que no se investigó y una denuncia anónima no es equiparable a una denuncia justamente por ser anónima».

«La orden de allanamiento se dictó sin fundamentos, el ingreso es inválido», esgrimió, tras lo cual criticó que hayan sido sobreseídas Stella Maris Grizzia y Jennifer López Leguina, quienes habían sido detenidas por «encubrimiento» cuando se les halló en su poder dinero que correspondía al que le robaron a Carolina.

Para Vigorelli «no es razonable» que Stella Maris Grizzia se haya «autoincriminado» al allanarse su casa contando «que su marido hace salideras, que estuvo en el hecho (de Carolina Píparo), que ella tenía el dinero y que su marido se lo había traído».

«Su voluntad fue conducida por personal policial que participó del allanamiento que duró cinco horas, por lo que terminó marcando otros domicilios que luego fueron allanados», indicó Vigorelli.

La defensora oficial consideró que se violaron las garantías constitucionales y sostuvo que «se debió hacérselas comparecer a este juicio y no requerirles el sobreseimiento».

«¿Si quería (el fiscal) descubrir la verdad por qué solicitó el sobreseimiento de Stella Maris Grizzia y Jennifer López?», se preguntó.

“No todos participaron de la idea de matar”

La defensora oficial María Vigorelli también descartó la alevosía por considerar que no es aplicable esa agravante: “no se probó que se haya buscado la indefensión de la víctima, para matar».

Afirmó que tampoco está probado que se hayan unido dos o más personas «para matar», es decir «todos debieron participar de la idea de matar y eso no está probado». Vigorelli además rechazó la imputación de asociación ilícita y la de homicidio.

Carolina, de entonces 30 años, fue baleada el 29 de julio de 2010 cuando junto a su madre, María Ema, retiró dinero del Santander Río de 7 y 42, en La Plata, y se dirigió a su casa, en las calles 21 y 36, donde recibió el fatal disparo.

“Pimienta” atacó al juez Melazo

Miguel “Pimienta” Silva confesó haber participado en la salidera que sufrió Carolina, pero como marcador de la víctima. Tanto el fiscal como el abogado de Carolina, habían pedido que sea condenado a reclusión perpetua. Ayer, el defensor oficial Claudio Ritter requirió la absolución de Silva por varios de los cargos que se le endilgan y solicitó que se lo condene sólo como “partícipe secundario”.

Ritter cuestionó al juez de garantías, César Melazo, por haber presenciado varios allanamientos, sin que sea esa su función en el proceso.

Los primeros pasos de la investigación se realizaron en base a un llamado anónimo a la línea de emergencias 911. Con ese dato se allanó la vivienda de Juan Calvimonte, en 21 y 90, donde se secuestró dinero y equipos de telefonía celular que, luego con el avance de la pesquisa, se determinó que los habrían utilizado los integrantes de la banda para comunicarse durante la ejecución del delito.

«En el expediente no se documentó ninguna relación entre la denuncia anónima y el acta de allanamiento», postuló el defensor Ritter, detallando que “no había motivos suficiente para suponer que en la casa de 21 y 90 había elementos relacionados con el hecho».

Fuente: Diario Hoy