Valga o no la redundancia, señores, Cristian Campestrini fue un olimpo ante Olimpo. El arquero de Arsenal se convirtió en el principal artífice del empate en Bahía Blanca, ya que sacó todo lo que le tiraron, hasta las imposibles. “Tuve la suerte de tapar algunas pelotas de ellos muy complicadas, pero lamentablemente no lo pudimos definir”, contó Campe, el héroe de la tarde.
Los halagos tienen sus fundamentos, por supuesto… Porque de arranque nomás, y cuando nadie lo vio, David Vega se coló entre los defensores de Arsenal y metió un remate potente con destino de ángulo, pese a que Campestrini se lució y mandó la pelota al córner. Aunque claro, con la única que no pudo fue con el tiro de Bareiro dentro del área que sirvió para la parda del anfitrión. A la vez, ya en el complemento, y con las cosas igualadas en el marcador, el arquero se hizo gigante en tres mano a mano: primero le negó el tanto a Vega (otra vez, David), más tarde le ganó la pulseada al ingresado Salom y, la frutillita del postre, casi en el final del partido tapó con los pies lo que era el 2-1 del paraguayo Bareiro. Un muro…
“Lógico que valoramos el punto porque seguimos sumando, pero también sabemos que lo pudimos haber ganado en el segundo tiempo”, analizó el ex arquero de Almirante Brown. De todas maneras, sin embargo, sabe que en el complemento Olimpo hizo méritos suficientes como para quedarse con la victoria, pero que la repartija final de puntos fue acorde al desarrollo del juego: “Creo que el empate es lo más justo porque ninguno de los dos equipos merecía perder por el trabajo que se hizo. Fue un partido de ida y vuelta”. Y, si él lo dice…
Fuente: Olé