SGI necesitó de un banco o un cambista grande para poder sacar los euros del país

«La denuncia por presunto lavado de dinero por parte de Leonardo Fariña y la financiera SGI no sorprendió en la City porteña. Dado que, a principios de 2011, cuando el nombre de Fariña recién empezaba a salir en los programas de chimentos, varios operadores cambiarios de primera línea fueron abordados para sacar 100 millones de euros del país por fuera del circuito oficial.
Cien millones de euros resultaba una cifra exorbitante, aun para el mercado cambiario argentino, habituado a moverse en el circuito informal con cifras millonarias. Entonces, muchos de los grandes cambistas la rechazaron. «No es fácil colocar 100 millones de euros», esgrimieron. Sin embargo, coinciden ahora varias fuentes consultadas por La Nación, es prácticamente imposible que la operación se hubiera llevado sin la colaboración de algún banco o alguna entidad cambiaria de primerísima línea. Ocurre que las operaciones de fuga de divisas que no son declaradas en el circuito oficial requieren de una estructura grande o de una entidad que tenga una cartera de clientes de banca privada importante. Porque, en la práctica, no es que el dinero viaja o sale del país. Sino que se realiza una compensación entre la demanda de clientes que, por algún motivo necesitan traer divisas a la Argentina, y aquellos que quieren sacarlas. En función de la oferta y demanda, se puede cobrar una comisión del 2 y de hasta el 7% para fugar divisas.
«Lo que se hace -explica a LA NACION un operador que pide no ser identificado- es decirle a algún cliente de banca privada que tiene sus dólares en el exterior y necesita traerlos, que los deposite en una cuenta afuera a nombre del cliente que está en la Argentina y quiere, por otro lado, sacar sus divisas. Después acá, en el país, se le dan los dólares correspondientes. Pero el dinero físico no viaja»».
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