El gobernador de Mendoza mantiene su idea de reformar la Constitución provincial, una de las pocas del país que prohíben la reelección. Sin embargo, a las dificultades para conseguir los votos necesarios se sumó la oposición de una parte del máximo tribunal.
Paco Pérez en un sugestivo encuentro que mantuvo con Aníbal Fernández, antes de iniciar su gira.
Francisco Pérez anunció este viernes, desde China, que su discurso del 1 de Mayo en la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura provincial, se centrará en la necesidad de reformar la Constitución provincial. Es su gran apuesta política: lograr que se habilite la posibilidad del gobernador de pelear por un segundo mandato.
Pero más allá de la dificultad que hoy tienen para conseguir en la Legislatura los votos necesarios, la posibilidad de una reforma de la carta magna provincial ya empezó a despertar dudas en la Suprema Corte de Mendoza, en un movimiento que parece anticipar los problemas que enfrentaría el kirchnerismo si intenta el mismo movimiento a nivel nacional.
Paco Pérez logró revivir la idea de la reforma a través de un peronista disidente (hoy sciolista), el diputado Gustavo Valls. El legislador lanzó una idea temeraria: según su razonamiento, el proceso de reforma quedó abierto en el 2001, cuando un plebiscito llamado por la Legislatura a instancias del entonces gobernador Roberto Iglesias, determinó la necesidad de la reforma y habilitó el proceso de elección de constituyentes para el posterior debate.
El detalle es que en esa consulta, ganó el “Sí” si se toman los electores que emitieron sufragio pero no si se contabilizan los empadronados (la actual Constitución indica que con la mitad más uno de los empadronados se podrá avanzar en una reforma).
Esta es una vieja discusión, si la Constitución quiso decir “electores” en vez de “empadronados”. Como sea, ya se le ha advertido a Pérez que al menos uno de los jueces peronistas de la Corte mendocina no acompañará el planteo, no por la cuestión semántica, sino por la eventual continuación de un proceso abierto hace 12 años.
En público lo niega, se lo niega a periodistas, a sus pares, pero Mario Adaro, juez supremo y hasta el 2011 ministro de Gobierno de Celso Jaque, ha hecho saber al Ejecutivo provincial que no avalará una jugada de semejantes características.
Si se toma en cuenta que entre los 7 integrantes de la Corte dos son abiertamente radicales (Pedro Llorente y Alejandro Pérez Hualde, este último propuesto por Julio Cobos), y dos con incierta postura (Fernando Romano, quien tramita su jubilación, y Carlos Böhn, penalista, de raíz peronista), más el reticente Adaro, la pelea está perdida para Paco Pérez (la Corte se completa con Jorge Nanclares y el recientemente designado Omar Palermo, de abierto apoyo al kirchnerismo).
La jugada del vice
Este panorama fue el que entrevió el vicegobernador Carlos Ciurca, quien argumentó ante Paco Pérez que es una mala idea avanzar con la doctrina del proceso abierto, más allá de que el peronismo en su conjunto ya avanzó en esa línea, incluso tentando personalidades para ir en una lista de constituyentes.
Ante el hecho consumado, Ciurca le pidió a Pérez tiempo para ensayar un camino con menos flancos. Según cree el vice, para aprobar el proyecto de necesidad de reforma en la Legislatura (se necesitan dos tercios de cada cámara), apenas le faltarían dos votos al oficialismo. “El Senado lo pasamos, sin problemas, teniendo en cuenta la división de los radicales, y en Diputados estamos a dos votos, casi nada”, explican en la Legislatura.
La estrategia de Ciurca, que por ahora ha logrado frenar el osado plan de Paco, se basa en los quiebres entre radicales y en antecedentes de acuerdos previos en temas clave. La razón por la que la interna radical llegó al punto de que el partido se partirá en las legislativas de octubre, comenzó justamente con la propuesta de reforma que realizó el Gobierno provincial.
Mientras la cúpula partidaria, encabezada por Alfredo Cornejo y Julio Cobos rechazó de plano siquiera debatir la idea, dos pesos pesados como Roberto Iglesias y Víctor Fayad salieron a pedirle al partido que dé la discusión. “Un partido como la UCR, históricamente reformista, no puede cerrarse al debate sobre si hace falta o no la reforma, es una locura y va contra nuestra historia”, remarcó Fayad, enrostrándole a Cornejo y a Cobos que le “tienen miedo” al debate y a las urnas.
Cuando la postura de la cúpula fue de rechazo total al debate, los bloques en ambas cámaras se partieron, entre radicales orgánicos, los de Cornejo, y puros, los de Iglesias y Fayad. Ahí es donde Ciurca ve una luz para sacar la reforma.
A su vez, entre las acusaciones de todo calibre que vuelan entre radicales, cada vez que pueden Iglesias y Fayad recuerdan cuántos cargos en organismos estatales ha “negociado” Cornejo con el Gobierno provincial. “Se hace el opositor, me acusa a mi de funcional a Pérez y al kirchnerismo, y Cornejo se ha cansado de negociar por abajo”, acusó Fayad.
Las dudas que generan las lealtades radicales son tales que el principal operador de Cornejo en la Legislatura, el diputado Tadeo García Salazar, tuvo que salir a aclarar que en el bloque “cornejista” de la Cámara Baja, “no se producirá ninguna sangría”.
Los votos
Ciurca sostiene que ya logró el objetivo de conseguir los votos para la reforma en el Senado. Según sus números, ya tiene 26 votos (sobre un total de 38) para sacar la reforma, es decir ya tiene los dos tercios necesarios. En Diputados, jura que ya sumó 30 sufragios (de 48 y sólo le faltan dos.
Con este panorama, Paco se fue a una gira por la India y China con la promesa de su vice de conseguir los votos que faltan.
El artículo a reformar que ha causado el rechazo de los radicales, es como era previsible el que habilita la reelección del gobernador. Pero esta iniciativa tiene un lado positivo: Limita a una sola reelección a todos los otros cargos de la provincia, que hoy no tienen esa restricción. “Establecer la limitación de la posibilidad de reelección de todos los cargos electivos provinciales y municipales a un solo periodo”, dice el texto propuesto.
Hoy, legisladores provinciales, intendentes y concejales pueden postularse las veces que quieran. Este detalle, según los radicales que quieren dar el debate, “aterroriza a muchos”, en clara alusión a Cornejo.
Ciurca, a su vez, se involucró en forma personal en la negociación porque estima que a mediano plazo podría ser él el próximo candidato a gobernador –hoy está inhabilitado-, ante la posibilidad que Pérez sea el bendecido por Cristina para intentar ser su sucesor.
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