La avenida está siendo intervenida casi en su totalidad y los embotellamientos se hacen más frecuentes.
Con la intención de que el Metrobús desembarque cuanto antes en la 9 de Julio, el Gobierno porteño apretó el acelerador con los trabajos que se realizan en la zona céntrica, cercana al Obelisco. Sin embargo, el avance de las obras afectan cada día un poquito más a los automovilistas. Es que actualmente la avenida más ancha está siendo intervenida casi en su totalidad, desde Arroyo hasta San Juan, por lo que la reducción de carriles genera un dolor de cabeza extra.
Los trabajos, que habían arrancado desde la avenida Córdoba hacia Constitución, ya llegan hasta San Juan, y se extienden las zonas de embotellamiento. Frente al Ministerio de Salud, casi a la altura de Belgrano, la circulación es muy complicada porque sólo quedan tres carriles libres por mano.
El Gobierno ya terminó el trasplante de los árboles que fueron retirados de las plazoletas centrales, que desaparecieron para dejarle lugar al Metrobús. Los árboles removidos se destinaron al Parque Thays, al hospital Borda y a la plaza Juan de Garay. No obstante, hay otras intervenciones que continúan a paso firme. La Plaza de la República, que alberga en su interior al Obelisco, está siendo recortada en su contorno con topadoras. Es preciso, explican las autoridades porteño, para que por allí pueda pasar el nuevo sistema de transporte.
El Metrobús, que ya funciona en la avenida Juan B. Justo y une Liniers con Palermo, llegará al Centro porteño para comunicar Constitución con Retiro. Circulará por cuatro carriles exclusivos (dos por mano) por el centro de la avenida y logrará reducir los tiempos de viaje. Según la secretaría de Transporte porteño, el transporte público hará toda la extensión de la avenida en 15 minutos, mientras que ahora tarda entre 30 y 40 minutos. La obra beneficiaría a unas 250 mil personas.
Fuente: La Razòn