“Soy otro técnico”

Néstor García cuenta lo que aprendió dirigiendo en siete países y lo que le sirvió para que Boca volviera a semi. Su equipo visita a Regatas en el comienzo de la serie.

Tenía 23 años cuando, en 1989, le tocó agarrar un equipo de Puerto Rico. Allí se ganó el apodo del Che y comenzó a revolear una toalla. Hoy ya no la hace ni chifla tanto, dos símbolos de su época como DT joven… Néstor García ya no es un pibe y su regreso al país lo deja claro. Los diez años en el exterior lo cambiaron para mejor y hoy es uno de los 4/5 técnicos más respetados. En la última temporada sacó a Atenas del fondo y en la actual devolvió a Boca al protagonismo. Desde hoy, en Corrientes (a las 22, por TyC Sports), disputará la semi ante Regatas.

-Llegó García y resucitó Boca, ¿es casualidad? -No creo que sea por mí… Es un trabajo de todos. Sé que es la 3ª vez que regreso y no es fácil. Y más en un club así. Y que nos vaya bien es bueno. Todos queríamos que Boca volviera a ser protagonista y lo hicimos entre todos. La dirigencia, con Paredi y Angelici, apoyaron mucho.

-¿Qué ganaste y aprendiste en el exterior? -Me dio un crecimiento en comprender las maneras de jugar y en el trato con los distintos estamentos de un equipo. No fue fácil. Ser entrenador y extranjero es lo más difícil.

-¿Te comiste palazos? -Algunos. La madurez del dolor, ¿no? Tuve la suerte de estar en equipos competitivos, lo que me obligó a estar siempre alerta. Debí conocer todo rápido. Y, si fallaba, ajustar enseguida. Hay que adaptarse, dejar el ego de lado, escuchar sugerencias y luego sí incorporar lo propio.

-De joven eras visto como un DT creativo, intuitivo, un tipo de talento. ¿Hoy? -Tanto tiempo afuera me hizo madurar y cambiar como entrenador. Hoy, con 48 años y 24 de profesión, soy otro, más completo. Hoy planteo y me manejo de formas distintas.

-¿Cómo fue ese proceso de maduración? -Uno, a cierta edad, empieza a descartar cosas que no quiere para la vida. Eso te hace enfocar más. Cuando uno crece a nivel familiar tiene una responsabilidad mayor. Y al irse al exterior, uno deja mucho. Entonces, para que valga la pena, es necesario una conducta.

-Habitualmente te olvidan cuando te vas afuera, vos recuperaste prestigio.

-Yo acá empecé joven, a los 25, y cuando me fui afuera, tuve la suerte de pelear torneos, de ganar varios ( NdR: cinco títulos), de competir contra argentinos… Y, cuando volví, dirigí grandes clubes y Julio (Lamas) me llamó para el Preolímpico y el Sudamericano. Todo ayuda.

-¿Cuál sentís como la gran fortaleza de este Boca? -Haber interpretado cada uno el rol, sabemos para quién jugar en cada momento. Nunca vi a un jugador mirar la planilla luego del partido ni quejarse por los tiros. Los jugadores mostraron compromiso. A veces uno les pide y no sale… Esto es algo nuevo, no hay una base de años como los Spurs, que todos deben llegar y adaptarse.

-Viene Regatas. ¿Sentís que es un rival que les queda cómodo? ¿Cómo les fue en la regular más allá del 1-1 en duelos? -Todos los partidos son distintos, por eso no cuenta la regular. Regatas tiene otras características, pero eso no cambia nada. Es un equipo armado para ganar la Liga, posee una base de años que le da estabilidad. Nosotros no. Pero tengo fe.

-¿El favorito es Regatas? -Sí, el rótulo se lo ganó por ganar el Súper 8, la Sudamericana y el 1 de la regular, pero en la cancha somos cinco contra cinco y los míos son bravos. Nos gustó que nos tocara Regatas, nos motivó más.

Fuente: Olè