El presidente norteamericano cede ante los republcianos y presenta un presupuesto que por primera vez recorta programas sociales que afectan a los ancianos y jubilados.
En un intento por asegurarse el voto republicano, el presidente Barack Obama presento ayer un presupuesto que incluye por primera vez cambios en dos de los programas sociales mas populares, Medicare, es decir la atención medica para los ancianos y Social Security, el sistema jubilatorio. Se trata de una gran concesión a la oposición que le ha valido duras críticas de representantes de su propio partido.
Ambos temas fueron negociados de antemano con el líder de la mayoría republicana en el Congreso, John Boehner. Pero los republicanos siguen resistiéndose a cualquier tipo de aumento de impuestos y la Casa Blanca ha dicho que si no hay concesiones republicanas a ese nivel no habrá acuerdo.
De hecho, el presupuesto de Obama prevé nuevas inversiones en creación de empleo, trabajos públicos y educación por un total de 250.000 millones de dólares. Pero a fin de reducir el déficit fiscal hay casi 800.000 millones de dólares en nuevos impuestos incluyendo la reducción de privilegios impositivos para los ricos y unos 94 centavos de dólares extra por cada paquete de cigarrillos. Eso se suma a recortes en los programas federales por un total de 1 millón de millones, es decir un billón, que incluyen recortes en la Seguridad Social y Medicare.
«Nuestra economía esta destinada a progresar si es que Washington no se mete en su camino», dijo Obama durante la presentación que hizo en la jardín de las rosas de la Casa Blanca.
De hecho Obama se está jugando el todo por el todo. Demócratas de peso han objetado virulentamente los recortes en los programas sociales. Pero el objetivo del presidente es lograr que los republicanos apoyen este presupuesto lo que pondría fin a los «estúpidos» recortes automáticos del déficit que están teniendo lugar y que ya están «perjudicando la economía».
«Podemos hacer que nuestra economía crezca al mismo tiempo que reducimos el déficit», dijo Obama. «Los números cierran. No hay ningún espejismo o nubes en eso».
El problema es que los republicanos se han venido oponiendo sistemáticamente a todo aumento de impuestos. ¿Flexibilizarán su posición esta vez?
Boehner dijo que el plan de Obama «merece algo de crédito» porque incluye reformas a la Seguridad Social y a Medicare. No obstante, advirtió que no aceptará que esas reformas sean «rehenes» de la propuesta de aumentar las cargas impositivas a los más ricos. «Lo que vemos» (en la propuesta de Obama) «es más de lo mismo: más gasto, impuestos más altos y más deuda», indicó por su parte el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor.
Obama insistió con que los republicanos deben ahora hacer concesiones. «En lo que respecta la reducción del déficit fiscal, he avanzado hacia los republicanos más de la mitad del camino», dijo invitándolos a que haya reciprocidad a nivel impositivo.
Un funcionario de Obama que pidió no ser identificado explicó luego que si los republicanos no acepten ningún aumento impositivo no habrá acuerdo. «Es eso de simple. Básicamente lo que no va a ocurrir es una reducción del déficit cuyo costo sea pagado únicamente por la clase media y los ancianos», dijo el funcionario.
Fuente: Clarìn