Mucha foto y poco planeamiento: en La Plata miles siguen sin auxilio por culpa de la mala logística

La desastrosa respuesta del Gobierno Nacional al temporal que azotó La Plata Y Buenos Aires continúa pesando sobre los damnificados. Es cierto que nadie puede prevenir o detener los desastres naturales de tamaña magnitud, pero un Estado debería ser capaz de reaccionar rápidamente para socorrer a las gente. Lamentablemente este no es el caso argentino, ya que Cristina se desentendió de los afectados porteños (cómo suele hacerlo) y apenas puede garantizar que la asistencia llegue a los barrios periféricos platenses.

El país reaccionó rápidamente enviando ayuda y toneladas de mercadería para los afectados por el temporal, pero la deficiencia estatal hace que muy pocos reciban la ayuda necesaria. Muchos vecinos aún permanecen sin luz, y problemas de planeamiento hacen que tampoco llegue a ellos la asistencia. Además, deben enfrentar la violencia e inseguridad en ascenso que está golpeando a La Plata y que no se puede controlar, cómo se evidenció con los intentos de saquear a camiones con donaciones, dónde balearon a efectivos policiales, en la noche de ayer.

Uno de los problemas centrales en la logística es que la presidenta centralizó la asistencia en el Club San Martín de Tolosa (lugar dónde vive su madre) que se encuentra antes de llegar al centro de La Plata, por lo tanto varias calles anegadas la separan del resto de los barrios y no todos pueden acercarse a la localidad ni es tan fácil enviar alimentos.

Tolosa se encuentra a 20 minutos de viaje de los otros barrios afectados en la otra punta de la ciudad, pero nadie dispuso de móviles para que pueda trasladarse la mercadería que es recibida en el club elegido por Cristina. Por esa razón los vecinos están pidiendo ayuda desesperadamente y acusando de discriminación a Sergio Berni, y al Ministerio de Desarrollo Social, ante la falta de respuestas.

Finalmente, el grueso de la tarea de la distribución recayó sobre la Cruz Roja y su equipo de voluntarios. Por lo tanto, las personas dependen de los organismos y particulares que están intentando paliar las necesidades, pero tampoco se les hace fácil, porque no reciben asistencia oficial.

En el caso de los voluntarios de la Cruz Roja, deben desplazarse entre los barrios afectados en sus vehículos particulares ya que nadie puso a sus disposición ningún medio de trasporte, y sin presencia ni auxilio de funcionarios, exponiéndose a la inseguridad y a los peligros que existen en las zonas anegadas.

Además de la lentitud con la que llega la ayuda, también se sufre desabastecimiento ya que no funcionan las distribuidoras y muchos comerciantes decidieron bajar sus persianas por temor a los saqueos que se vienen produciendo. La Plata es un caos, lisa y llanamente, a pesar de los 400 gendarmes extras que Cristina prometió destinar a la seguridad.

La ausencia del Ministerio de Desarrollo Social es otro tema que resonó. Hasta ayer no se había realizado ni un operativo de asistencia, ni siquiera había aparecido la titular de esa cartera, Alicia Kirchner, quién dio señales de vida recién cuándo el Gobernador Bonaerense reclamó que se pongan a trabajar, en la reunión que tuvo con la Presidenta, Sergio Berni y Andrés «Cuervo» Larroque.

“Yo tengo a todo mi equipo, a mis ministros y ustedes mandan a un diputado y secretarios ¿Dónde está Alicia Kirchner”, reclamó Scioli. Esa misma tarde mandaron a la hermana de Néstor Kirchner a dar la cara, y tuvo que soportar los abucheos de los vecinos que permanecen sin luz e inundados (y al menos lo abucheos podrían servir para que La Rosada le destrabe los fondos a la Provincia y así se resuelva el conflicto docente).

Por supuesto que Alicia Kirchner apuntó su frustración hacia Bruera, a quién le habría dicho “¡Tenés que poner la carita! ¡Te escondiste! ¿Dónde estabas?”, criticándole lo que debía estár cuestionándose a sí misma. Y no es que el Intendente platense no lo merezca, pero la «pasada de pelota» ya resulta bochornosa en medio de tantos problemas de los ciudadanos

En definitiva, la respuesta de las autoridades fue insuficiente y continúa por ese camino. Otro ejemplo lamentable fue el del intendente Pablo Bruera, cuya participación más relevante desde que ocurrió el temporal fue su falsa recorrida por los barrios platenses anegados, con fotos que su equipo divulgó siendo que aún estaba de vacaciones en Brasil. El hecho terminó con su equipo de Twitter despedido y se guardó para evitar más repercusiones.

Por supuesto que un funcionario público tiene derecho a irse de vacaciones, pero al menos que no le mienta a la gente en la cara, sobre todo a aquellos que están bajo su responsabilidad y que le están pagando su paseo por Brasil, mientras tienen medio metro de agua en las casas. La honestidad hubiera sido los mínimo esperado en un momento cómo el que se vivió el martes.

De esta forma, en medio del circo político que se fue armando, miles de platenses continúan afectados, y de nada les sirvieron las visitas de la presidenta, de su cuñada y de Sergio Berni (o del “Cuervo” Larroque, que fue a reunirse con el gobernador para figurar, pero de momento dio muestras de realizar ninguna tarea de utilidad), y sin duda el enfrentamiento del ofialismo con Scioli no ayudó mucho a la hora de «hacerse cargo».

Mientras tanto, Capital Federal es problema ajeno, cómo siempre, ya que ni siquiera fueron visitados por miembros de La Rosada. Aunque el ejemplo de La Plata parece comprobar que no hubieran servido de mucho. Cristina dice ser la «presidenta de todos los argentinos», pero cuándo las papas queman siempre delega responsabilidades en Macri, Scioli, Bruera, o en quién esté de turno. La pregunta es ¿Cuál es la Argentina por la que Cristina sí responde y se hace cargo? ¿Dónde está exactamente el 54% del país que sí merece su ayuda? Una incógnica, así que, Argentinos que no vivan en distritos kirchneristas, a rezar porque el clima acompañe.

Imagen: Télam