El titular de la FAA describió de esa forma al polémico funcionario debido a las amenazas que le realizó a empresarios. Entidades agrarias analizan un cese de la comercialización de granos
El Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, es la figura elegida por la Presidenta Cristina Fernández para afrontar la crisis cambiaria que azota a la economía nacional.
Con un criterio infantil y contradictorio, el polémico funcionario intenta frenar la escalada del dólar “blue” mediante “aprietes” a empresarios financieros, como si una falencia estructural del mercado interno pudiera resolverse por decretos o meras formalidades.
Lo cierto es que intentar maquillar la realidad con las estadísticas del Indec tiene un límite concreto, que se ve reflejado en cómo los argentinos apuestan a resguardar sus ahorros e inversiones en monedas extranjeras.
Con la agudización del conflicto se vuelve a poner en el centro de la escena a las entidades agrarias, que mediante un cese en la comercia- lización de soja podrían bloquear uno de los principales flujos de divisas norteamericanas.
Cabe destacar que debido al desmantelamiento del aparato productivo, que el Gobierno kirchnerista agudizó, todo el sistema económico depende fuertemente de las divisas que entran por la soja (ver aparte), por lo que cualquier medida que restrinja esa entrada de dinero dificulta los planes de la Casa Rosada a la hora de intentar controlar la escalada del dólar.
En este marco, ayer el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, aseguró que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, «controla todo al estilo de un cavernícola, con un garrote».
Al describir la compleja situación de los productores debido a la crisis cambiaria (ver aparte), el dirigente ruralista aseguró que los productores podrían decretar una medida de fuerza res-tringiendo la venta de soja.
De esta forma, el escenario político deja en claro que las polémicas acciones de Moreno sólo contribuyen a profundizar la crisis política y cambiaria.
Los productores rurales están complicados
«El exportador cuando liquida divisas retiene el 35 por ciento, se lo deposita al Banco Central, y nos paga con lo que sobra. O sea, nos paga 3,20 pesos. Es una distorsión infinita e insoportable», advirtió Buzzi en relación a la escalada del dólar. Además agregó que los productores agropecuarios pagan los insumos «en el mejor de los casos a 5 pesos y pico más IVA» y otros a «8 pesos».
«Cuando vamos a buscar repuestos de maquinaria importada, en el caso en el que se encuentren esos repuestos, los tipos te dicen que vale a un dólar de 8 pesos porque es lo que está grabado en la cabeza y en el funcionamiento cultural», detalló Buzzi y señaló que «en términos de competitividad» los productores rurales están «peor que en los ’90» porque el tipo de cambio «tiene un retraso tan alto que hace inviable la producción en pequeña y mediana estala».
La dependencia absoluta de la soja
En 2012 el complejo exportador sojero aportó divisas por u$s 21.445 millones, se trata de una suma equivalente al 26 por ciento de las exportaciones realizadas durante el año pasado.
El complejo sojero además generó en 2012 ingresos para el sector público nacional cercano a los u$s 7000 millones (de los cuales unos 2000 millones se transfirieron a las provincias vía el Fondo Federal Solidario o Fondo Sojero).
En este contexto, un detalle que no se puede obviar es que sin las exportaciones del complejo sojero la balanza comercial argentina sería deficitaria en 8100 millones de dólares. Jamás se podría a haber llegado a este escenario de absoluta dependencia de esta oleaginosa si no se hubiera perpetrado en el país un desmantelamiento total del aparato productivo.
Para peor, el supuesto crecimiento económico del que se vanagloria el Gobierno, no se manifestó en ningún tipo de inversión para reconstruir la industria y potenciar las economías regionales. En vez de eso, el kirchnerismo se dedicó a profundizar el esquema de clientelismo para garantizar perpetuarse en el poder.
Fuente: http://diariohoy.net/politica/