Lo solicitó ayer al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Nicolás. El efectivo Gonzalo Kapp está siendo juzgado por el crimen de Lucas Rotela, ocurrido en 2011.
Un fiscal de juicio pidió ayer la pena de prisión perpetua para un policía acusado de haber asesinado de un escopetazo por la espalda al joven Lucas Rotela, en 2011, en la localidad bonaerense de Baradero, informaron fuentes judiciales.
El fiscal Hernán Granda solicitó ayer por la tarde al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Nicolás que el efectivo Gonzalo Kapp sea condenado por «homicidio agravado», con lo que coincidió Dante Gabriel Morini, uno de los dos abogados de la familia de la víctima, constituida como particular damnificada.
En tanto, el defensor Miguel Angel Arzagot, pidió a los jueces Cristian Eduardo Ramos, María Belén Ocariz y Laura Mercedes que el hecho sea calificado como un «homicidio preterintencional», que se castiga con penas de uno a tres años de prisión.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el letrado solicitó subsidiariamente que Kapp, actualmente detenido en la unidad Penal 3 de San Nicolás, sea condenado por «homicidio culposo», un delito excarcelable.
Tras los alegatos, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes a las 12, cuando dará a conocer su veredicto en el edificio judicial situado en Guardias Nacionales 47, de San Nicolás.
Durante el debate, el imputado declaró que «la escopeta la había cargado su compañero y que no sabía que tenía postas de plomo», por lo que su defensor solicitó un careo entre Kapp y el otro efectivo que en ese momento estaba con él en el patrullero.
El compañero de Kapp aseguró que le había avisado que la escopeta tenía postas de plomo, mientras que el acusado respondió que, en el caso que haya sido así, no lo escuchó.
De acuerdo a la versión del compañero de Kapp, él cargó la escopeta con dos postas de goma y tres de plomo porque iban a recorrer la zona bancaria de Baradero.
En tanto, también declararon 25 testigos, entre ellos, un perito balístico, otro planimétrico, un médico y un forense que coincidieron en que el disparo que recibió Rotela (19) se efectuó directamente a la espalda y a una distancia menor a los 7 metros.
Además, declaró el padre del joven, la madre y un hermano menor, quienes contaron que cuando la víctima llegó a la casa les dijo que le «había disparado la Policía por la espalda».
El homicidio de Rotela ocurrió alrededor de las 4.30 del sábado 11 de febrero de 2011, en inmediaciones de la plaza Colón, en pleno centro de Baradero, cuando la víctima y dos amigos se encontraban sentados en un banco.
Ante esa situación, dos efectivos descendieron de una patrulla e impartieron la voz de alto a los jóvenes que comenzaban a abandonar el lugar.
«Los amigos de Lucas se fueron para otro lado, pero él agarró su ciclomotor y cuando se iba caminando recibió un escopetazo que le causó, en total, nueve perforaciones», dijo a Télam el abogado Morini.
En ese momento, uno de los jóvenes fue demorado por uno de los efectivos y llevado a la seccional, mientras que Rotela resultó gravemente herido, a pesar de lo cual alcanzó a llegar a su casa donde le contó lo sucedido a su padre.
La víctima fue trasladada al hospital local y murió a la tarde cuando estaba por ser derivada en un helicóptero sanitario a un centro asistencial de mayor complejidad, en General Pacheco.
Según los familiares de la víctima, luego del homicidio, los funcionarios policiales a cargo de la investigación intentaron instaurar la versión de un enfrentamiento.
En ese sentido, Juan Andrés Begue, el otro representante de la familia de Lucas, dijo a Télam que «resulta sospechoso que, supuestamente, (Kapp) primero haya disparado dos postas de goma, de dieciocho perdigones cada una, y que el joven no tuviera ni siquiera un impacto».
«El cuerpo de Lucas recibió nueve perdigones de plomo, y después de cuatro horas secuestraron en el lugar una `gomita`. Me parece que nunca disparó ese tipo de munición (de goma) y trataron de encubrirlo», concluyó el letrado.
Fuente: Online-911